La radicalidad de la pregunta filosófica.

Abstract

Para Heidegger:”reflexión es el coraje de convertir la verdad de los propios presupuestos el lo maximamente digno de ser preguntado”. Reflexionar, por consiguiente, es preguntar. Cuando se realiza en profundidad, la interrogación filosófica subvierte los valores de una época.Al comprometer los núcleos organizadores de la sociedad, la cultura, las instituciones, la reflexión filosófica requiere, como advirtío Heidegger, esfuerzo y coraje.
El ejemplo paradigmático de este modo de preguntar es la figura socrática. Su pregunta quiebra el mundo de las certezas aseguradas, no solo desarticula los argumentos del interlocutor sino el propio suelo en que estos se apoyan. Sócrates fue condenado por preguntar. Para Heidegger, a su vez, lo maximamente digno de ser preguntado es el Ser. Pero la época actual se caracteriza por el olvido del ser. Este proceso ha derivado en Occidente en un empirísmo acrítico.
  A su vez Nietzsche interpretó este proceso como el avance del nihilismo. El nihilismo como olvido de la pregunta por el ser, impregna todas las manifestaciones de nuestra época. Siganifica quedarse adherido al ente, al dato inmediato, perdiendo de vista el horizonte del sentido. La nueva ontología ha triunfado en reducir cada objeto, cada ser viviente, cada especie de la naturaleza a la calculabilidad mecánica de la tecnociencia y a la entidad exclusiva de la mercancía.
Desde este marco teórico se analiza la actualidad del planteo heideggeriano, analizando de que manera el enmascaramiento de la diferencia ontológica da lugar a sutiles estrategias de poder.