Indicaciones para volar
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CuentoResumen
Indicaciones para volar
Es muy tarde el martes a la noche, Catalina Murga sube casi corriendo la calle empedrada que la lleva a su casa; la dueña del negocio donde trabaja dos veces por semana haciéndole las cuentas y organizándole los trámites se le quedó conversando y casi no se dio cuenta que estaban cerca del toque de queda.
Piensa para sí que mal no le viene ese ejercicio porque a su mamá le gusta mucho cocinar y últimamente viene probando unas recetas nuevas de postres que a ella la vuelven loca, “le tengo que decir que pruebe con la cocina ayurveda así no aumento
tanto de peso”, nomás piensa eso le viene un acceso de risa porque lo único que le falta a doña Sara es que le venga con otra palabra rara.