PAISAJES CORDILLERANOS Y PELIGROSIDAD NATURAL. EL CASO DE
SAN MARTÍN DE LOS ANDES, NEUQUÉN
Elsie
Marcela Jurio[1]
María
Elena Chiementon1
Pablo
Leyes Zabala1
Marlyn Leonor Milanese1
(Manuscrito recibido el 26 de febrero de 2024,
en versión final 02 de octubre de 2024)
Para citar este documento
Jurio, E.M., Chiementon, M.E., Leyes Zabala, P. & Milanese, M.L,
(2024). Paisajes cordilleranos y peligrosidad natural. El caso de San Martín de
los Andes, Neuquén. Boletín geográfico,
46, 1-23. https://id.caicyt.gov.ar/ark:/s2313903x/qnqdsrpub
Resumen
La ciudad de San Martín de los
Andes, cabecera del departamento Lacar en la provincia del Neuquén, ha
manifestado en las últimas dos décadas un significativo crecimiento
poblacional. Esto ha provocado una dispersa expansión de la planta urbana,
estableciéndose barrios y asentamientos en zonas de peligrosidad natural.
El objetivo del presente trabajo es
analizar las características y dinámica del sistema natural a partir del
estudio de las diferentes variables (geología, geomorfología, vegetación,
hidrografía, suelos, pendientes, usos del suelo) para definir unidades de
paisajes. Posteriormente, y con el fin de evaluar la peligrosidad del área, se
realizó un relevamiento a través de medios de comunicación web, de los eventos
naturales acontecidos en las últimas décadas, que provocaron daños a las
personas o infraestructuras. Esto permitió definir las áreas más críticas para
la población, las cuales posteriormente fueron corroboradas en el campo.
Se detectó que las unidades de
paisaje más críticas en cuanto a peligrosidad se corresponden a aquellas donde
predominan afloramientos rocosos y laderas de fuertes pendientes con materiales
coluviales provenientes de los procesos de meteorización que dominan en el
área. Los eventos más frecuentes detectados fueron procesos de remoción en masa
del tipo caída de rocas, flujos de detritos y avalanchas de nieve. Los de mayor
impacto se localizan en los faldeos de los cerros Curruhuinca, Comandante Díaz y Cordón Chapelco,
producto de la alta exposición de infraestructura y población asentada. Con
respecto a las avalanchas, estas se asocian principalmente a actividades
invernales. Por otro lado, es importante destacar los problemas derivados de
las inundaciones y anegamientos que afectan principalmente los barrios
localizados en la zona de la Vega Maipú, así como sectores del casco urbano histórico
donde desborda el arroyo Pocahullo.
El marcado crecimiento poblacional
de la ciudad con la consecuente expansión urbana demanda tierras e
infraestructura, que no recibe respuestas debido a los altos costos
inmobiliarios y las dificultades en la accesibilidad a la tierra. Ello ha
devenido en la ocupación de áreas inestables, peligrosas y
por lo tanto, de baja aptitud, como las mencionadas. La frecuencia y magnitud
de los eventos naturales peligrosos relevados, tales como caídas de rocas,
flujos, avalanchas e inundaciones, evidencian la peligrosidad del área, así
como la exposición de población e infraestructura a sufrir daños.
De este análisis se desprende que
la definición de unidades de paisaje y el reconocimiento de la peligrosidad
natural de cada una de ellas, proporcionan
una base fundamental tendiente a mitigar y prevenir situaciones de riesgo.
Palabras clave: Peligrosidad - Exposición - Paisajes
- Usos de suelo
MOUNTAINOUS
LANDSCAPES AND NATURAL HAZARDS. THE CASE OF SAN MARTÍN DE LOS ANDES, NEUQUÉN
Abstract
The city of San Martín de los Andes
located in the Lacar department of Neuquén province,
has experienced significant population growth over the last two decades. This
growth has led to the scattered expansion of urban areas, resulting in the
establishment of neighborhoods and settlements in areas prone to natural
hazards.
The objective of this study is to
analyze the dynamics of the natural system by examining various variables
(geology, geomorphology, vegetation, hydrography, soils, slopes, land use) to define
landscape units. Subsequently, a survey of natural events from the past few
decades that caused damage to people or infrastructure was conducted using web
media. This made it possible to identify the most critical areas for
population, which were later corroborated through fieldwork.
The most hazardous landscape units were found to be
those dominated by rocky outcrops and steep slopes composed of colluvial
materials from weathering processes. The most frequent events detected were
landslides, such as rock falls, debris flows and snow avalanches. The areas
with the greatest impact are located on the slopes of the Curruhuinca,
Comandante Díaz and Cordón Chapelco
hills, due to the high exposure of infrastructure and population. Avalanches
are primarily associated with winter activities. Additionally, it is important
to note issues derived from flooding and waterlogging that mainly affect
neighborhoods located in the Vega Maipú area, as well
as part of the historic urban center, where Pocahullo
stream overflows. The analysis demonstrated that defining landscape units and
recognizing natural hazards provides a crucial foundation for mitigating and
preventing risk situations.
Keywords: Hazard - Exposure - Landscapes - Land uses
Introducción
San
Martín de los Andes, ciudad cabecera del departamento Lacar, se localizada al
sudoeste de la provincia del Neuquén (Figura 1). Emplazada en la cordillera de
los Andes, se constituye en una comarca andina de gran atractivo turístico,
derivado de la belleza y calidad de sus paisajes. Montañas, lagos y bosques se
combinan hacia el oeste mientras que, hacia el este la estepa con mesetas,
cerros, ríos y arroyos dominan el área. Por la puesta en valor de estos
recursos turísticos, recibe visitantes de diversos orígenes, tanto nacionales
como internacionales, y en distintas épocas del año. En el invierno actúa como
centro de atracción para quienes practican deportes de nieve y durante el
verano, los principales atractivos son los bosques y lagos. Las actividades
asociadas al turismo son muy amplias desde senderismo, excursiones lacustres,
pesca, cabalgatas y una amplia oferta de circuitos de gran atractivo.
La
ciudad nace en la cabecera del lago Lacar como un asentamiento militar de
frontera a fines del siglo XIX (1898). A partir de allí se ha expandido a
diferentes ritmos y de manera discontinua, a través de los valles y faldeos de
los lagos Lacar y Lolog. En las últimas décadas el
crecimiento demográfico del ejido de San Martín de los Andes ha experimentado
un marcado incremento, pasando de 23.519 habitantes en 2001, a 28.554
habitantes en 2010 (Dirección Provincial de Estadísticas y Censos de Neuquén,
2010) y 36.913 hab. en el año 2022 (INEC, 2024).
Desde
su fundación y hasta mediados del siglo XX, la explotación agrícola-ganadera
fue una de las actividades productivas con mayor influencia en la conformación
del pueblo, debido a que las mejores tierras para su práctica estaban situadas
en el valle de la Vega Maipú y en las riberas del río Quilquihue.
Otra de las actividades fue la explotación maderera, basada en la extracción de
los recursos forestales nativos de la cuenca del Lacar y adyacentes. En 1937 se
crea el Parque Nacional Lanín[2],
nuevo actor clave para el turismo y la regulación económica del área, con una
superficie de 412.000 ha. Esto definió limitaciones a la actividad forestal y,
sumado a las políticas económicas de los ‘70 en el país, desencadenó un
retroceso en la misma.
Figura
1. Localización del área de estudio.
Fuente: elaboración propia en base al software QGIS 2.28.11 Firenze.
A
partir de los años ‘70, la actividad turística comienza a recibir el estímulo del gobierno provincial,
llevando a cabo diversas acciones tendientes a su fomento. Se concretan obras
de infraestructura vial (pavimentación de la ruta nacional 234 hasta la
ciudad), concesión del Cerro Chapelco, finalización
del Hotel Provincial (ex Hotel Sol de los Andes) y la construcción del
aeropuerto en 1981 (Werner, 2007). De este modo, el turismo se fue posicionando
como actividad dinamizadora de la economía atrayendo consigo inversiones
privadas y mayor cantidad de habitantes a la ciudad, comportándose como
un centro de atracción de migración por amenidad (personas que visitaron la
localidad en algún momento y retornan como residentes permanentes). Esto
provocó el crecimiento sostenido y acelerado de la ciudad, con la consecuente
demanda de infraestructura estatal, servicios y habitacional, que se profundiza
hasta la actualidad.
Los
sectores elegidos para el asentamiento poblacional fueron originariamente las
zonas planas pertenecientes al fondo de antiguos valles glaciarios,
pero la alta demanda habitacional, los elevados costos y la llegada de
población de menores recursos, fomentaron la apropiación y modificación de las
laderas de los cerros, a la vez que llevaron a la dispersión del área
urbanizada más allá del ejido municipal. Estos procesos de fraccionamiento han
generado áreas de expansión periférica ocupando sectores de muy baja o nula
aptitud debido a su inestabilidad geomorfológica y las fuertes pendientes
(Pereyra et al., 2016). Estas
acciones provocan transformaciones territoriales que degradan la calidad del
paisaje, alteran su equilibrio y estado natural perjudicando el principal
recurso para el desarrollo turístico. Al mismo tiempo, se desestabilizan las
laderas e incrementa la peligrosidad de ciertos lugares generando situaciones
de riesgos. Cada año se registran eventos como inundaciones, caídas de rocas,
flujos de detritos e incendios, que ocasionan inconvenientes y daños a la
población e infraestructura.
En
base a esta problemática, se propone conocer y entender la dinámica del sistema
natural dada la diversidad de geoformas y procesos que se producen en el área.
Para ello se analizan y cartografían las diferentes variables (geología,
geomorfología, vegetación, hidrografía, suelos, pendientes, cobertura y usos
del suelo) y a partir de su integración, se definen unidades de paisaje.
Posteriormente, y con el objetivo de evaluar la peligrosidad del área, se
analizan los procesos naturales que pueden comportarse como amenazas para la
población expuesta. Finalmente, y con el propósito de validar y complementar
los resultados, se realiza un relevamiento, por medio de fuentes de información
periodísticas, de los eventos naturales peligrosos acontecidos en las últimas
dos décadas sobre el área de estudio. A partir de la frecuencia y los impactos
de estos procesos se definen las áreas de mayor peligrosidad, en función de la
exposición de la población según los usos del suelo predominantes en cada
unidad de paisaje (UP). Esta información fue corroborada en trabajos de campo.
Aspectos conceptuales y
metodológicos
La
calidad ambiental y los escenarios paisajísticos son las características que
definen la elegibilidad de los lugares. San Martín de los Andes posee una
altísima potencialidad en este sentido, lo que explica, en gran parte, su
rápido crecimiento poblacional ya que se ha convertido en un centro de
atracción de población. Diferentes actores, tanto locales como extralocales, llevan adelante procesos de apropiación sobre
los recursos naturales y paisajísticos, incidiendo muchas veces en la
generación de riesgos. Es decir, situaciones de riesgo de desastres que se
producen cuando la población se asienta en áreas peligrosas, donde eventos
naturales pueden desencadenarse y ocasionar daños (Urra Matus & Jurio, 2012; Torrens et
al., 2023).
Autores
como Lavell (1996); Narváez et al., (2009) definen al riesgo como la convergencia de una
población y/o infraestructura con eventos peligrosos de origen natural o
antrópico, que puedan ocasionar daños o destrucción. El grado que adquiera el
riesgo va a depender en gran medida de la vulnerabilidad de los elementos
expuestos, del nivel de exposición y de la magnitud del evento (relacionado al
concepto de peligrosidad o amenaza).
Salinas
Chávez (2005) define al paisaje geográfico o geosistema
como “un sistema espacio-temporal, complejo y abierto,
que se origina y evoluciona justamente en la interfase naturaleza-sociedad, en
un constante estado de intercambio de energía, materia e información, donde su
estructura, funcionamiento, dinámica y evolución reflejan la interacción entre
los componentes naturales (abióticos y bióticos), técnico-económicos y
socio-culturales” (Salinas Chávez (2005, p. 38). Estos se constituyen en
verdaderos espacios naturales, que las sociedades transforman para producir,
habitar, vivir y soñar. Por ello, el paisaje debe ser entendido como un sistema
y “se define como una porción de territorio con características propias, las
que son el resultado de la interrelación de procesos naturales y antrópicos a
lo largo del tiempo” (Mazzoni, 2014, p. 53).
A
partir de esta conceptualización se seleccionan, analizan y representan las
variables (geomorfología, geología, clima, pendientes, hidrografía, vegetación,
suelos) que conforman el sistema natural y se consideran más relevantes para el
área de interés. Para cada una de estas unidades espaciales, se definió e
integró el uso del suelo predominante y las modificaciones de origen antrópico
que han transformado, en distintos grados, al paisaje natural. Desde este
enfoque, el estudio de los paisajes proporciona un análisis integral que puede
ser tomado como base para la planificación y el ordenamiento territorial.
Cualquier unidad de paisaje puede ser seriamente alterada en sus condiciones y
equilibrio natural frente a las intervenciones antrópicas que se realicen.
Los
eventos físico-naturales (fenómenos climáticos, hidrológicos, geológicos)
considerados peligrosos condicionan la capacidad de acogida del territorio,
dado que al activarse pueden producir efectos indeseados en la sociedad y sus
actividades. Razón por la cual, y con el fin de contribuir al ordenamiento
sustentable del territorio, éstos debieran ser inventariados, valorados y
cartografiados para evitar el poblamiento de zonas de peligro o para utilizar
las tecnologías adecuadas para soportarlos (Gómez, 1994; citado en: Mardones y
Vidal, 2001).
En
cuanto al procedimiento metodológico, en una primera etapa se realizó la
búsqueda de bibliografía y cartografía temática que permitiera un primer
acercamiento al área de estudio. Se digitalizaron y ajustaron mapas temáticos
de las variables que integran el sistema natural tomando como fuente principal
el Estudio geocientífico
aplicado al ordenamiento territorial (Pereyra et al., 2016). La integración
de estas variables permitió elaborar un mapa de unidades de paisaje (Figuras 2
y 3). Para ello se consideraron como base, para su definición y delimitación,
las unidades geomorfológicas, que fueron modificadas y corregidas a partir de
la interpretación de imágenes satelitales y trabajo de campo. A cada unidad se
le integraron las demás variables (clima, vegetación, geología, suelos,
pendientes, usos del suelo) y a la vez se subdividieron o modificaron cuando
los cambios eran significativos y sus características diferenciadas. En función
de sus componentes y las relaciones entre ellos, se procedió a la descripción
de cada UP considerando sus características morfodinámicas e inestabilidad.
Figura 2. Esquema
metodológico. Fuente: Elaboración propia. CEASIG. Depto. de Geografía.
Universidad Nacional del Comahue 2023.
Posteriormente
se realizó un relevamiento de eventos peligrosos, a través de artículos
periodísticos en la web, acontecidos desde el año 2001 al 2023, volcados en la
Tabla 1, donde se relacionaron con las unidades de paisajes previamente
definidas. Esto permitió identificar cantidad y tipos de eventos naturales que
han impactado en cada una de las unidades, a fin de obtener una aproximación
sobre cuáles de ellas son las más problemáticas por los impactos en la
población. Esta información se relaciona con la cobertura y los usos del suelo,
definidos preliminarmente a partir de la interpretación visual de imágenes
satelitales, cartografía temática, y planos urbanos. Finalmente se realizó un
relevamiento en campo para validar y complementar la información cartográfica
elaborada y los resultados obtenidos.
Características naturales del área
Esta
región se caracteriza por la amplia variabilidad de condiciones naturales,
derivadas especialmente de sus características climáticas y geomorfológicas,
que le imprimen un alto valor paisajístico y ambiental. El clima se puede
definir como lluvioso, templado frío, con marcada estacionalidad. La
temperatura media anual es de 10°C, con temperaturas medias para los meses más
cálidos del orden de los 15ºC a 17ºC (enero-febrero) y para los meses más fríos
del orden de los 3ºC a 4ºC (junio-julio) (Pereyra et al., 2016). En la zona de altas cumbres las condiciones son
mucho más rigurosas con precipitaciones en forma de nieve y temperaturas más
bajas, lo que define variaciones en altura, que se acompañan de cambios
notables en el tipo de vegetación. Existe un gradiente pluvial, de oeste a
este, determinado por las condiciones orográficas, registrándose 2800 mm en la
zona de Hua Hum, cercana al límite con Chile, 1400 mm en San Martín de los
Andes y 700 mm en la confluencia de los ríos Quilquihue
y Chimehuin (Ea. Cerro Los
Pinos) (Pereyra et al., 2016).
Acompaña este gradiente un cambio en la vegetación que pasa de una estepa
herbácea en el este, a matorral y bosque hacia el oeste.
En
cuanto a sus características topográficas, se puede observar que el paisaje
regional es el resultado del modelado de diferentes agentes y procesos
geomorfológicos a lo largo del tiempo geológico. Los sistemas montañosos se
caracterizan por una amplia variabilidad y gran inestabilidad producto de los
fuertes contrastes en el relieve y las pendientes. Por un lado, actúan los
procesos de naturaleza endógena como tectonismo y
volcanismo, responsables de la construcción de las grandes formas estructurales
como la cordillera de los Andes y las mesetas basálticas. Por otro lado, los
agentes exógenos como los glaciares, el agua y el viento, han provocado una
continua denudación tendiente a rebajar el relieve original, y modelado una
gran variedad de geoformas presentes en el paisaje actual (Figura 4).
Producto
de esta diferenciación climática y topográfica, se puede reconocer una
diversidad de paisajes. Hacia el oeste y sur, el sector cordillerano coincide
con importantes alturas (más de 2000 msnm) que presentan un modelado de erosión
glacial sobre rocas ígneas y metamórficas muy antiguas, con geoformas heredadas
de la acción de los glaciares durante el Cuaternario. Rabassa et al. (2011) plantean para esta zona,
por lo menos 5 glaciaciones mayores durante más de 15 eventos fríos en el
último millón de años. Acompañan a estas geoformas de altura, algunos rasgos de
origen periglacial. Entre las geoformas derivadas de
la erosión glacial, se pueden reconocer aristas, cols,
circos, artesas y lagos glaciarios, que exhiben a su
vez, fuertes pendientes con sectores que superan el 60%. Entre las elevaciones
se destacan el cerro Chapelco, cerro Colorado, cerro
Azul, cerro Curruhuinca, entre otros. Desde los circos descendían los glaciares
de valle que elaboraron las artesas donde actualmente se ubican los lagos
Lacar, Lolog, entre otros. Los procesos que definen
la morfodinámica actual son la meteorización física (crioclastía)
y los movimientos gravitacionales (como caídas, flujos y avalanchas de nieve),
además de aquellos derivados de las aguas de escorrentía.
Gran
parte de estas geoformas están cubiertas por el bosque andino patagónico, con
especies como la lenga, ñire, raulí, coihue y ciprés. Su desarrollo se debe al
alto porcentaje de humedad de la zona, derivada de precipitaciones abundantes y
poca evapotranspiración, además de la presencia de suelos Andisoles.
En altura, donde las condiciones climáticas son más extremas, el bosque denso
deja lugar al bosque achaparrado con matorrales y a afloramientos rocosos.
En
el sector central del área de estudio, ubicado al este del anterior, las
precipitaciones disminuyen y alcanzan valores entre 1400 a 700 mm. Acompañando el cambio de condiciones climáticas, la
vegetación de bosque es reemplazada por matorrales, bosque en galería siguiendo
los cursos de agua, y praderas y mallines en valles y planicies glacifluviales. Los suelos predominantes en los sectores de
vegas son los Molisoles, con sectores y épocas donde el nivel freático está en
superficie.
En
cuanto al relieve, se reconocen, además de las geoformas de erosión glacial en
altura, geoformas erosivas de bajo relieve (rocas aborregadas), artesas,
depósitos morénicos y planicies glacifluviales.
Los valles de origen glacial y fluvioglacial en la
actualidad, son modelados por las corrientes superficiales que, en forma de
ríos y arroyos, conforman nuevos valles con sus planicies de inundación,
terrazas fluviales y abanicos aluviales. Los sectores de la Vega Maipú y valle
del río Quilquihue son ejemplos de estas geoformas
asociadas al piso de las artesas. En sus laterales se desarrollan pequeñas
cuencas como las del arroyo del Molino y Pichi Chacay
que generan abanicos aluviales. En las zonas de fuertes pendientes (mayores al
30%), asociadas principalmente a las laderas de los cerros, se producen con
frecuencia movimientos gravitacionales. Las características geológicas,
geomorfológicas y las fuertes pendientes condicionan la estabilidad de las
laderas, mientras que las lluvias intensas y la intervención antrópica aparecen
como los principales detonantes de estos procesos.
En
la zona localizada hacia el este cambia notablemente el paisaje. Las
precipitaciones no superan los 700 mm y la vegetación predominante es la estepa
herbácea junto con algunos matorrales dispersos y en galería. El relieve es
“típico de la Patagonia extraandina, mesetiforme, conformado por extensas planicies
estructurales, tanto de cubiertas de gravas como lávicas, coladas y rocas de
basamento cristalino que fueron modeladas por la acción fluvial” (Pereyra et al., 2013, p.71). Los materiales
friables y la escasa cobertura vegetal sobre pendientes superiores al 25%,
definen una densa red de drenaje.
Unidades de Paisaje
Las
unidades de paisaje se definieron integrando geomorfología, geología, clima,
vegetación, suelos y pendientes, analizados en una escala aproximada de
1:50.000, obteniéndose siete unidades de paisaje (Figura 3). Para la
delimitación y descripción de las mismas se
consideraron los antecedentes y cartografía elaborados por Pereyra et al. (2016); Kalmbach
(2015); Sprechmann (2013) y Escosteguy
et al. (2013), y se ajustaron con la
interpretación de imágenes satelitales.
Por otro lado, se contempló el uso del suelo o cobertura predominante en
cada UP, lo que permitió considerar el grado de intervención y modificación de
las condiciones naturales y la estabilidad de la morfodinámica natural del área
de estudio.
Figura
3. Unidades de Paisaje. Fuente:
Elaboración propia en base a Pereyra et
al, (2016), software ArcMap 10.8.
UP 1. Relieve erosivo en altura
(incluye aristas y circos glaciarios) de fuertes
pendientes con matorrales y bosque achaparrado.
En
esta unidad de paisaje se incluyen las mayores alturas que se comportan como
divisorias de aguas y donde predominan los afloramientos rocosos. Se reconocen
rasgos de erosión glacial, como circos y aristas. Dominan las fuertes
pendientes, los procesos de meteorización física, del tipo crioclastía,
y de remoción en masa como caídas, flujos y avalanchas de detritos y nieve
(Figura 4 a).
En
cuanto a la vegetación se desarrollan bosques achaparrados y matorrales o
afloramientos rocosos en altura con escasa vegetación. El uso del suelo más
significativo se asocia al turismo de aventura, con poca intervención en el
medio ya que son áreas de difícil accesibilidad. Dentro de esta unidad se ubica
el centro de esquí Chapelco, en el cual se
desarrollan diversas actividades como esquí, trekking,
senderismo, cabalgatas, etc.
UP 2. Laderas de fuertes pendientes
asociadas a valles glaciarios con bosques y
matorrales.
Esta
unidad se “caracteriza por un alto relieve relativo, fuertes pendientes y
presencia de bloques de grandes dimensiones susceptibles de ser movilizados por
procesos de remoción en masa” (Pereyra et
al., 2016, p. 17). Guarda estrecha relación con la unidad de relieve
erosivo en altura desde la cual recibe aportes de materiales de origen
gravitacional.
La
composición litológica de esta unidad es muy heterogénea. Hacia el oeste, el
área está compuesta por rocas ígneas y metamórficas muy resistentes, pero
fuertemente diaclasadas y meteorizadas. La
meteorización física aparece como uno de los procesos dominantes producto de
las condiciones climáticas imperantes. Hacia el este, la litología se compone
de una asociación de rocas volcánicas y sedimentarias más friables.
Acompañando
el gradiente climático oeste-este se presentan importantes diferencias en los
suelos y la vegetación. Hacia el oeste, con condiciones de alta humedad, los
suelos son Molisoles y Andisoles y permiten el
desarrollo de bosques densos y matorrales. La vegetación cumple una función de
gran importancia en cuanto a la estabilización de los materiales, la reducción
de la escorrentía y el enriquecimiento energético y genético del ecosistema (Jurio y Capua, 2011). Mientras tanto,
hacia el este, donde las precipitaciones disminuyen, los suelos predominantes
son Molisoles con presencia de matorrales y estepa herbácea, así como
evidencias de procesos de erosión hídrica.
En
cuanto al uso del suelo se observan sectores con forestación natural,
urbanizaciones de baja densidad e infraestructura de servicios
turísticos-recreativos.
UP 3. Laderas de pendientes medias con
dominancia de procesos de erosión y acumulación glacial con bosque, matorral y
estepa herbácea.
Como
ya se mencionó, esta región de los Andes Patagónicos fue modelada por las
grandes glaciaciones cuaternarias que modificaron los valles fluviales
preexistentes. Producto de ello, en esta unidad dominan paredes abruptas que
delimitan los valles de origen glacial (artesas), donde se localizan los lagos
Lacar y Lolog y sobre las que se observan evidencias
de abrasión glaciaria y acumulaciones de till. A su vez, los procesos de erosión glacial, debidos a
los sucesivos avances y retrocesos del hielo, han provocado la fracturación y
desestabilización de las laderas.
Litológicamente
está compuesta por rocas ígneas y metamórficas muy resistentes a la erosión
pero que presentan, en algunos sectores, un alto grado de diaclasamiento
y meteorización física, favoreciendo los procesos gravitacionales (Pereyra et al., 2016). Hacia el este se
manifiesta una importante red de drenaje, indicando procesos actuales de
escorrentía superficial asociados a la baja cobertura vegetal y las fuertes
pendientes en esas zonas.
En
cuanto a los usos del suelo se observan residencias dispersas combinadas con
actividades turístico-recreativas, como así también parcelas de uso ganadero y
forestal.
UP 4. Faldeos de valles glaciarios
con dominancia de procesos de remoción en masa, estepa herbácea y bosque.
Esta
unidad tiene gran importancia porque indica una fuerte inestabilidad del
paisaje en sectores donde el uso del suelo predominante es el urbano residencial.
Litológicamente, predominan los afloramientos rocosos de granitoides, basaltos
y andesitas en las paredes de las artesas glaciarias.
Estos presentan un alto grado de diaclasamiento como
resultado de la meteorización física y de los procesos criogénicos, que generan
los materiales susceptibles a experimentar movilizaciones por fenómenos
gravitacionales (Pereyra et al.,
2016) (Figura 4 b y c). Debido a ello, el área se caracteriza por la alta
recurrencia y distribución areal de procesos de
remoción en masa, que también se ven favorecidos por las fuertes pendientes,
estimadas entre un 30 y un 60%. Por debajo de los 1700 msnm, las pendientes
disminuyen facilitando los depósitos eólicos de cenizas con formación de suelos
que permiten sostener la vegetación herbácea y boscosa (Pereyra et al., 2016). En
relación al tipo de suelos, dominan los Andisoles
y Molisoles con desarrollo de oeste a este de vegetación boscosa, matorrales y
estepa herbácea. Además, son frecuentes las escorrentías rápidas que se
producen con lluvias intensas.
Sobre
esta unidad se han instalado barrios y asentamientos informales que derivan en
múltiples intervenciones tales como construcciones de viviendas, trazado de
caminos, deforestación, entre otros; acciones que han potenciado la inestabilidad
natural del sector, acrecentando los procesos morfodinámicos.
UP 5. Morenas: depósitos morénicos de topografía ondulada con vegetación de estepa,
matorrales y bosque implantado.
Los
depósitos morénicos conforman otra de las unidades de
paisaje bien representadas y diferenciadas. Su origen se remonta a las
glaciaciones que, a fines del Cenozoico, modelaron este paisaje. Se reconocen
morenas terminales y laterales, así como morenas de fondo menos conservadas. En
cuanto a la vegetación presenta estepa herbácea, matorral y exóticas, bosque
implantado sobre pendientes moderadas a bajas.
Se
desarrollan diversas actividades antrópicas, predominando el uso del suelo
urbano (residencial - comercial) y el agropecuario. Alrededor del año 2000
surge la forestación de pinos como una nueva actividad productiva en este
sector.
UP 6. Planicies glacifluviales
con presencia de mallines, praderas y estepas sobre suelos hidromórficos.
Esta
unidad está integrada por planicies glacilacustres y glacifluviales ocupadas por cauces actuales con pequeños
niveles aterrazados. Representa tal vez, la unidad de mayor importancia por los
recursos y diversidad de usos que se reconocen. Se ubica en los pisos de las
artesas de los lagos Lacar y Lolog, en las
inmediaciones de la laguna Los Rosales y en el valle del arroyo Cull-rani. Está conformada por depósitos glaciales y fluvioglaciales con predominancia de suelos hidromórficos, temporariamente anegados e inundados, sobre
los que se desarrollan mallines y praderas (Figura 4 d). Está recorrida por los
arroyos Pocahullo, Calbuco y el río Quilquihue, que discurren por valles amplios y
desproporcionados.
La
suave topografía y fácil accesibilidad de estas amplias planicies permiten el
desarrollo de actividades como la ganadería con producción de forrajes, por la
disponibilidad de agua y pastos tiernos. Sin embargo, las actividades más
relevantes son las industriales, comerciales, de servicios y residenciales. Es
por esto que es la unidad de paisaje de mayor valor y
atracción, lo que repercute en un fuerte impacto sobre sus condiciones
naturales y ambientales. Además, se complementa con el uso turístico y
recreativo-educativo (reserva natural urbana COTESMA).
UP 7. Valles
fluviales y geoformas asociadas: cauces, planicies aluviales, terrazas
fluviales y abanicos con predominio de bosques en galería.
La
red hidrográfica del área de estudio presenta dos grandes lagos de origen
glacial (Lacar y Lolog), además de una gran cantidad
de arroyos y ríos. Las geoformas de origen fluvial identificadas corresponden a
cauces, planicies aluviales, pequeños niveles de terrazas y abanicos aluviales.
En cuanto a sus características, se diferencian aquellos cauces que escurren
por anchas planicies glacifluviales de los que nacen
en las altas cumbres de los cerros. Entre estos últimos se pueden mencionar los
arroyos Maipú, La Escuela, Del Molino, Cull-rani y Traun-co que recorren en forma encauzada las laderas de
fuertes pendientes por las que descienden con alta energía. Completan la red
hídrica los cursos más importantes como por ejemplo los arroyos Calbuco, Pocahullo, Chapelco Chico y el
río Quilquihue desarrollados sobre antiguos valles glaciarios. Presentan un marcado régimen estacional, con
crecidas en invierno y primavera, y estiaje en verano. Predomina el bosque en
galería en los cauces y bosque abierto con matorral en los abanicos aluviales.
Los
usos del suelo son diversos y los paisajes derivados son utilizados para el
desarrollo turístico, pesca, recreación, entre otras.
UP 7.1.
Abanicos aluviales.
Se
reconocen abanicos aluviales principalmente sobre los lagos Lacar y Lolog y la superficie plana de la vega. Si bien no
representan geoformas de grandes extensiones, son importantes por el uso del
suelo y sus potencialidades. Están conformados por materiales aluviales y
coluviales que arrastran las corrientes fluviales. El tipo de vegetación varía
de bosque, matorral a estepa según su localización como así también el grado de
alteración por el uso.
Las
áreas recreativas en Quila Quina y Catritre, de uso
intensivo en verano, tanto por pobladores locales como turistas, se desarrollan
sobre abanicos aluviales. Por otro lado, en la zona de la planicie glacifluvial de la Vega Maipú, varios abanicos aluviales
han sido incorporados al loteo y urbanización.
Peligrosidad natural y ocupación del
espacio
Los
procesos de origen geológico, geomorfológico, hidrológico y climático pueden
comportarse como peligrosos si la población o infraestructuras se encuentran
expuestas a sus impactos. Cuando se desencadenan, son registrados y difundidos
en los medios de comunicación, siendo éstos una fuente documental de
información actualizada de fácil e inmediato acceso. El uso de la prensa escrita
constituye así una fuente de información sobre el impacto que éstos generan en
la sociedad, permitiendo identificar quiénes son los afectados, dónde se
localizan y de qué manera enfrentan la problemática (Ojeda, 2019; Ortuño Cano et al., 2019).
Figura
4. a) Cordón de Chapelco,
paisaje glacial con aristas y circos; b) Vista cerro Curruhuinca; c) Peligro de
caída de rocas; d) Vega Maipú, área de mallines. Fuente: a), b) y d)
fotografías obtenidas en salida al campo, noviembre, 2023; c) La Mañana del
Neuquén.
A
partir de ello, y con el fin de conocer los eventos naturales de mayor
frecuencia y que hayan provocado daños en el área de estudio, se realizó un
relevamiento de los mismos en artículos periodísticos
desde el año 2001 al 2023[3]
(Figura 5). Los aportes más significativos para
esta investigación se hallaron en las consecuencias reportadas por los medios y
las evidencias ilustradas a través de las fotografías, las cuales proporcionan
una clara dimensión de la magnitud y los impactos de los eventos ocurridos.
Estas publicaciones siempre van acompañadas de datos de localización de los
hechos, lo que ayudó a establecer relaciones con las unidades de paisaje, el
uso del suelo predominante y estimar la exposición (Tabla 1).
Entre
2001 y 2023 se reportaron por medios informativos regionales 42 procesos
naturales que provocaron daños o inconvenientes a la población e
infraestructura expuesta. Los eventos más frecuentes corresponden a procesos de
naturaleza exógena (91%), en especial de remoción en masa, de los cuales 14
(33%) pertenecen a caídas de rocas, 10 (24%) como flujos de detritos y 3 (7%)
avalanchas de nieve y rocas. También, entre los eventos más recurrentes cabe
mencionar las inundaciones que afectan las áreas cercanas a los cursos de agua
y los anegamientos por lluvias intensas en áreas planas del valle (Vega Maipú).
Además, de origen endógeno, se suman en el período analizado 2 (5%) erupciones
volcánicas y 7 (17 %) movimientos sísmicos de baja intensidad, para la zona.
Figura
5: Eventos naturales peligrosos
registrados en San Martín de los Andes. Fuente: Elaboración propia en base a
relevamientos periodísticos. Período 2001-2023. Caída de rocas (rojo),
Actividad sísmica (amarillo) avalancha de nieve y rocas (gris), flujos de
detritos (naranja), inundaciones y anegamientos (azul), erupciones volcánicas
(naranja claro)
De
los procesos de remoción en masa relevados entre 2001 y 2023, 18 (66,6 %) se
localizan en la UP 4, situación que permite definirla como la más peligrosa por
la cantidad y frecuencia de los eventos. Esto se debe a la elevada
susceptibilidad derivada del grado de fracturación y la alta pendiente (Pereyra
et al.; 2016). Como detonantes,
Pereyra et al. (2016), mencionan
“precipitaciones importantes, acción antrópica, sismos y acumulación de
tensión” (Pereyra et al.; 2016, pág.
64). A la peligrosidad de la unidad se le suma la alta exposición a partir de
un uso del suelo predominantemente urbano (Figura 9). Los barrios y
asentamientos irregulares localizados en esta unidad (Cantera en el cerro
Comandante Diaz; Godoy, Julio Obeid, Calderón, Vallejos, Tres de Caballería y
Parque Sur en los faldeos del cerro Curruhuinca, además de Covisal
y Toma Colonia Maipú en las laderas del Cordón del Chapelco),
denotan una alta vulnerabilidad social producto de la difícil accesibilidad, la
calidad de las viviendas y la carencia de servicios básicos (cabe aclarar que
esta información fue recabada durante el recorrido de campo) (Figura 6). La
peligrosidad del área se ve potenciada además, por la
intervención antrópica que modifica el medio físico quitando la vegetación, que
funciona como amortiguadora de procesos, y aumentando la pendiente al
acondicionar el terreno para construir.
Por
otro lado, las caídas de rocas afectan aquellas áreas localizadas al pie de las
pendientes moderadas y fuertes de las laderas de los valles, correspondiente
con las unidades UP 6 y UP 7.1. En estos casos, los hechos registrados
demuestran que la afectación principal se ha dado en el tránsito vehicular, el
cual se ha interrumpido temporalmente. Además, se han reportado caídas de rocas
sobre construcciones y vehículos particulares (Figura 7), causando evacuaciones
y pérdidas económicas.
Otra
unidad con alta peligrosidad UP 1. Sobre ésta, se han registrado eventos del
tipo avalanchas de nieve, dejando una víctima fatal, heridos y daños
materiales. En los últimos años, y a fin de evitar posibles accidentes, se
realiza un permanente monitoreo de los centros de esquí y de las condiciones
meteorológicas, interviniendo en situaciones de peligro.
Unidades de paisaje (UP) |
Eventos naturales 2001 - 2023 |
Impactos y consecuencias |
UP 1. Relieve erosivo en altura de fuertes pendientes con
matorrales y bosque achaparrado. |
Se registraron 2 procesos de
remoción en masa del tipo avalanchas de nieve. |
Un esquiador fallecido en 2006 y
dos heridos en 2008. En ambos casos, esquiaban en zonas no habilitadas. |
UP 2. Laderas de fuertes pendientes asociadas a valles glaciarios con bosques y matorrales. |
No se registraron eventos. |
|
UP 3. Laderas de pendientes medias con dominancia de
procesos de erosión y acumulación glacial con bosque, matorral y estepa
herbácea. |
7 eventos de remoción en masa.
Predominan las caídas de rocas. |
Cortes de rutas, dificultades para
transitar. |
UP 4. Faldeos de valles glaciarios
con dominancia de procesos de remoción en masa, estepa herbácea y bosque. |
Sobre esta unidad, se produjeron
un total de 18 procesos de remoción en masa. De los cuales 9 corresponden a
caídas de rocas y 9 flujos de detritos. |
Las caídas de rocas provocaron la
afectación en el tránsito, interrupciones en el suministro eléctrico, daños a
infraestructuras (viviendas, comercios, vehículos y sus ocupantes). Los
flujos ocurridos en urbanizaciones de los cerros Curruhuinca y Cdte Díaz, causaron daños a viviendas y caminos. |
UP 5. Morenas: depósitos morénicos de topografía ondulada con vegetación de
estepa, matorrales y bosque implantado. |
No se registraron eventos. |
|
UP 6. Planicies glacifluviales
con presencia de mallines, praderas y estepa sobre suelos hidromórficos.
|
En UP 6 y UP 7, se contabilizaron
seis eventos de inundaciones y anegamientos producto de intensas
precipitaciones. |
Las áreas más afectadas fueron la
Vega Maipú y al casco urbano histórico. En ocasiones se realizaron
evacuaciones por seguridad debido al aumento de los caudales de arroyos
cercanos. Varios días diversos barrios se vieron afectados por anegamientos. |
UP 7. Valles fluviales y geoformas asociadas: cauces,
planicies aluviales, terrazas fluviales y abanicos con predominio de bosques
en galería. |
Tabla 1. Síntesis de fenomenos
naturales peligrosos y sus impactos por unidad de paisaje (UP) en San Martín de
los Andes (2001-2023). Fuente: Elaboración propia en base a artículos
periodísticos. Se incluyen unidades de paisaje con eventos naturales que
provocaron daños a la infraestructura y la población asentada en el período
analizado.
De
los procesos de remoción en masa relevados entre 2001 y 2023, 18 (66,6 %) se
localizan en la UP 4, situación que permite definirla como la más peligrosa por
la cantidad y frecuencia de los eventos. Esto se debe a la elevada
susceptibilidad derivada del grado de fracturación y la alta pendiente (Pereyra
et al.; 2016). Como detonantes,
Pereyra et al. (2016), mencionan
“precipitaciones importantes, acción antrópica, sismos y acumulación de
tensión” (Pereyra et al.; 2016, pág.
64). A la peligrosidad de la unidad se le suma la alta exposición a partir de
un uso del suelo predominantemente urbano (Figura 9). Los barrios y
asentamientos irregulares localizados en esta unidad (Cantera en el cerro
Comandante Diaz; Godoy, Julio Obeid, Calderón, Vallejos, Tres de Caballería y
Parque Sur en los faldeos del cerro Curruhuinca, además de Covisal
y Toma Colonia Maipú en las laderas del Cordón del Chapelco),
denotan una alta vulnerabilidad social producto de la difícil accesibilidad, la
calidad de las viviendas y la carencia de servicios básicos (cabe aclarar que
esta información fue recabada durante el recorrido de campo) (Figura 6). La
peligrosidad del área se ve potenciada además, por la
intervención antrópica que modifica el medio físico quitando la vegetación, que
funciona como amortiguadora de procesos, y aumentando la pendiente al
acondicionar el terreno para construir.
Por
otro lado, las caídas de rocas afectan aquellas áreas localizadas al pie de las
pendientes moderadas y fuertes de las laderas de los valles, correspondiente
con las unidades UP 6 y UP 7.1. En estos casos, los hechos registrados
demuestran que la afectación principal se ha dado en el tránsito vehicular, el
cual se ha interrumpido temporalmente. Además, se han reportado caídas de rocas
sobre construcciones y vehículos particulares (Figura 7), causando evacuaciones
y pérdidas económicas.
Figura 6. a)
Estrategias sociales de contención de laderas en el Barrio Cantera. b) Densidad
y calidad de infraestructuras en la urbanización de los faldeos del cerro
Curruhuinca. Fuente: fotografías obtenidas en salida al campo, noviembre, 2023
Figura
7. Caída de rocas, San Martín de los
Andes. Fuente: La Mañana del Neuquén, Noviembre, 2012
Otra
unidad con alta peligrosidad UP 1. Sobre ésta, se han registrado eventos del
tipo avalanchas de nieve, dejando una víctima fatal, heridos y daños
materiales. En los últimos años, y a fin de evitar posibles accidentes, se
realiza un permanente monitoreo de los centros de esquí y de las condiciones
meteorológicas, interviniendo en situaciones de peligro.
A
los procesos anteriormente mencionados, se suman los problemas relevados sobre
UP 6 (Tabla 1, UP 6: Planicies glacifluviales con
presencia de mallines, praderas y estepa sobre suelos hidromórficos)
y UP 7 (Tabla 1, UP 7: Valles fluviales y geoformas asociadas: cauces,
planicies aluviales, terrazas fluviales y abanicos con predominio de bosques en
galería), derivados de las inundaciones y anegamientos que afectan a los
barrios construidos en la Vega Maipú y casco urbano histórico, localizados en
torno a los arroyos Calbuco y Pocahullo
principalmente. Si bien los impactos de estos eventos son de menor peligrosidad
que los mencionados en las unidades anteriores, el uso del suelo,
predominantemente urbano, define una gran cantidad de población e
infraestructura expuesta.
En
los últimos años surge como un área muy problemática y compleja, producto de su
inapropiada localización, el sector “85 viviendas” ubicado en el barrio
“Cordones del Chapelco” (UP 4, Figura 8.a). En este
sector, se combinan problemas asociados a inundaciones, anegamientos, flujos de
detritos y caídas de rocas, que afectan las calles y viviendas (Figura 8.b).
Figura
8. a) Localización del barrio “85
viviendas” en la unidad de paisaje (UP) 4 (Tabla 1, 4) y en la salida de la
escorrentía de un cauce de la UP 7 (Tabla 1, 7). Fuente: Elaboración propia en
base a imágenes de Google Earth. b) Inundaciones y
afectación producto de intensas precipitaciones. Fuente: fotografías obtenidas
en Salida al campo, nov. 2023.
Resultados
Como
resultado de lo investigado en este trabajo, se puede afirmar que la unidad de
paisaje de mayor peligrosidad es el área de faldeos de valles glaciarios con dominancia de procesos de remoción en masa,
estepa herbácea y bosque (UP 4). La alta peligrosidad de ésta se define
fundamentalmente por sus características morfodinámicas y la cantidad de
eventos relevados en la misma (correspondiente al 43%), así como por los
impactos registrados sobre la sociedad. De acuerdo con lo observado en campo,
los asentamientos de población expuestos se caracterizan por la baja calidad de
la vivienda, la falta de infraestructura de servicios y comunicación, la
deficiente accesibilidad en algunos casos, y las técnicas o formas de
aprovechamiento del medio natural que aumentan la peligrosidad del área. Los
barrios y asentamientos de mayor vulnerabilidad son los ubicados en los faldeos
del cerro Curruhuinca (Vallejos, Calderón, Godoy, Julio Obeid, Tres de
Caballería y Parque Sur), cerro Cdte Diaz (barrio
Cantera) y Cordón de Chapelco (barrio Covisal y toma Col. Maipú).
Otra
de las unidades de paisaje a mencionar es la UP 7 que incluye Valles fluviales
y geoformas asociadas: cauces, planicies aluviales, terrazas fluviales y
abanicos con predominio de bosques en galería. En la UP 7 se registraron
problemas derivados de inundaciones y anegamientos en los barrios construidos
en la Vega Maipú y el casco urbano histórico (incluye UP6). Si bien los eventos
son de menor peligrosidad debido al reducido impacto, el uso del suelo,
predominantemente urbano, define una gran cantidad de población e
infraestructura expuesta (Figura 9).
Con
respecto a las unidades de paisaje que incluyen laderas de pendientes fuertes y
medias (UP 1 y UP 3) en el período analizado se han registrado varios eventos
de caídas de rocas y avalanchas de nieve y detritos. Sin embargo, debido a la
baja exposición de población e infraestructura no se consideran como áreas
críticas. Estos procesos suelen ser muy peligrosos pero la ocupación de estas
zonas es de muy baja densidad y poca frecuencia.
Figura 9. Áreas de alta peligrosidad. Fuente: Elaboración propia en
base a mapas temáticos elaborados e imágenes de Google Earth
Conclusiones
San
Martín de los Andes integra una región cordillerana de alto valor paisajístico
e importantes recursos turísticos. El desarrollo de esta actividad dinamiza la
economía regional y repercute en un marcado crecimiento poblacional con la
consecuente expansión urbana. Esto se traduce en una fuerte demanda de tierras
e infraestructura, lo que constituye un desafío para la gestión y planificación
territorial. La falta de respuestas a estas demandas, los altos costos
inmobiliarios y las dificultades en la accesibilidad a la tierra, se
manifiestan actualmente en una planta urbana dispersa y fragmentada que ha
superado los límites del ejido municipal. Situación que, además, se traduce en
la ocupación de áreas inestables, peligrosas y por lo
tanto, de baja aptitud, definida por sus características y morfodinámica. Así,
queda expuesta la falta de consideración de las capacidades y limitaciones del
medio natural para el emplazamiento urbano. La frecuencia y magnitud de los
eventos naturales peligrosos relevados, tales como caídas de rocas, flujos,
avalanchas e inundaciones, evidencian la peligrosidad del área, así como la
exposición de población e infraestructura a sufrir daños.
Si
bien esta problemática ha sido abordada por estudios técnicos anteriores, que
han sido considerados en este trabajo, la situación parece no tener solución
por el momento. Los resultados de este trabajo demuestran que es de suma
importancia contemplar la dinámica natural y la peligrosidad asociada en la
planificación y gestión del territorio, a fin de evitar la degradación del
paisaje y la generación de situaciones de riesgo.
Referencias
Escosteguy, L. et al (2013).
Hoja Geológica 4172-II, San Martín de los Andes. Provincias del Neuquén y de
Río Negro. Instituto de Geología y Recursos Minerales, Servicio Geológico
Minero Argentino. Boletín 409, 92 pp., Buenos Aires.
Gómez, D. (1994). Ordenación del territorio. Una
aproximación desde el medio físico, Madrid: Editorial Agrícola Española.
Recuperado de https://info.igme.es/SidPDF/067000/043/67043_0001.pdf
Mardones, M. y Vidal, C. (2001). La zonificación y
evaluación de los riesgos naturales de tipo geomorfológico. Revista EURE,
XXVII, Nº 81). Chile. Disponible en
https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0250-71612001008100006&Ing
Jurio, E. & Capua, O., (2011).
Susceptibilidad del paisaje en la cuenca alta del río Aluminé,
Neuquén. En: GeoSIG. Revista digital del Grupo de
Estudios sobre Geografía y Análisis Espacial con Sistemas de Información
Geográfica. Programa de Estudios Geográficos. Universidad Nacional de Luján,
Argentina. Año 3, Sección Artículos: I pp. 54-70. (ISSN 1852-8031). Disponible
en https://www.gesig-proeg.com.ar
Kalmbach, R., (2015). Estudio de fragilidad ambiental y expansión de
la mancha urbana en San Martín de los Andes. Informe de resultados.
Departamento de Geografía, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad
Nacional de Córdoba Subsecretaría de Gestión Ambiental, Secretaría de
Planificación y Desarrollo Sustentable, Municipalidad de San Martín de los
Andes.
Lavell, A., (1996). Degradación ambiental, riesgo y desastre
urbano. Problemas y conceptos; hacia la definición de una agenda de
investigación. En: Fernández, M. A. (comp.) Ciudades
en riesgo. Degradación Ambiental, Riesgos urbanos y desastres en América
Latina. Capítulo 2. La Red.
Mazzoni, E., (2014). Unidades de paisaje como base para la organización
y gestión territorial. Estudios Socioterritoriales.
Revista de Geografía. 16 (2), 51-81.
Narváez, L., Lavell,
A y Pérez Ortega, G. (2009). La Gestión del Riesgo de Desastres: Un enfoque
basado en procesos. Perú: Comunidad Andina. Disponible en https://www.academia.edu/11570618/
Ojeda,
E. (2019). El anegamiento a través de la prensa: El caso de la ciudad de
Corrientes. Boletín geográfico, 41 (2), 13-36.
Ortuño Cano, M., Gentili, J., Moretto, B. & Campo, A. M., (2019). Análisis de actores
y acciones durante eventos de exceso hídrico (Ventania, Argentina). Boletín
geográfico, 41 (1), 53-75.
Pereyra, F., Lara, J., Carut, A., Muñiz Saavedra J., Torre, F., Kalmbach, R., Oliva, R., Salaberry,
G., Laffitte, L., Morzenti,
P., Rivera, D., Castiñeira, L. y Tobío M., (2016).
Estudio geocientífico aplicado al ordenamiento
territorial. San Martín de los Andes. Neuquén. Argentina. Instituto de Geología
y Recursos Minerales, Servicio Geológico Minero Argentino. Serie Contribuciones
Técnicas - Ordenamiento Territorial N° 9. Buenos
Aires. En https//repositorio.segemar.gob,ar/handle/308849217/298
Rabassa, J., Coronato,
A. & Martínez, O., (2011), Late Cenozoic glaciations in Patagonia and
Tierra del Fuego: an updated review. Biological Journal of the Linnean Society,
103: 316-335. https//doi.org/10.1111/j.1095-8312.2011.01681.x
Salinas Chávez, E., (2005). La
geografía física y el ordenamiento territorial en Cuba. Gaceta Ecológica, 76,
35 - 51.
Sprechmann, T. (Coordinador) (2013). Plan Maestro Urbano Ambiental de
las Zonas de Expansión Periférica de la Ciudad de San Martín de los Andes.
Informe Final. Municipalidad de San Martín de los Andes Dirección Nacional de Preinversión-Secretaría de Política Económica del
Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación.
Torrens, C., Jurio,
E. y Cappelletti, V. (2023). Factores y Actores en la Construcción del riesgo.
Interacciones y dinámicas en el ejido de Neuquén, Argentina. Revista de
Estudios Latinoamericanos sobre Reducción del Riesgo de Desastres REDER, 7(1),
77-90.
Urra Matus, C y Jurio,
E., (2012). Desestabilización de laderas y peligro de procesos de remoción en
masa. Caso de estudio: faldeos del Cerro Curruhuinca. San Martín de los Andes.
Neuquén. Boletín Geográfico. 34, 77 - 89.
Werner, F., (2007). San Martín de
los Andes. Perspectivas del ambiente urbano. Ingeniería en Ecología. Proyecto
Final. Facultad de Ingeniería. Universidad de Flores. Buenos Aires.
Páginas consultadas
Dirección Provincial de Estadísticas y Censos.
Provincia del Neuquén: https://www.estadisticaneuquen.gob.ar/#/censo2010
Instituto Nacional de Estadística y Censos de la
República Argentina: https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-2-41-165
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Parque
Nacional Lanin: https://www.argentina.gob.ar/parquesnacionales/lanin
Diarios regionales consultados
7 Lagos. https://www.diario7lagos.com.ar/
Andino. https://www.diarioandino.com.ar/
El Sanmartinense. https://elsanmartinense.com.ar/
El cordillerano. https://www.elcordillerano.com.ar/
Info Los Andes. https://infolosandes.com.ar/
La Mañana del Neuquén. https://www.lmneuquen.com/
Mejor informado. https://www.mejorinformado.com/
Neuquino. https://diarioneuquino.com.ar/
Noticiasnqn. https://www.noticiasnqn.com.ar/
Río Negro. https://www.rionegro.com.ar/
San Martín online. https://sanmartinonlinenoticias.com.ar/
San Martín a diario. https://sanmartinadiario.com.ar/home/
[1] Centro de Estudios Ambientales y SIG. Departamento de
Geografía. Facultad de Humanidades. Universidad Nacional del Comahue. Av.
Argentina 1400. Neuquén. C.P. 8300. Tel: 4490300 – int 269. Correos:
ejurio@gmail.com; maril248@yahoo.com.ar; pablo_nqn26_@hotmail.com;
leonormilanese@gmail.com.
[2] Decreto N° 105.433/37 ratificado por Ley N°
13.895.
[3] Período seleccionado en función de la disponibilidad de
información a través de internet.