Boletín geográfico. Año XLI. N°41(1) - 2019, pp. 13 - 28 Departamento Geografía. Universidad Nacional
del Comahue. Neuquén
ISSN 0326-1735 ; e-ISSN 2313-903X
bibliocentral.uncoma.edu.ar/revele/index.php/geografia/index
Nahuel Mamonde1
(Manuscrito recibido el 23 de abril de 2019, en versión final 20 de junio de 2019)
Mamonde, N., (2019). Territorialidades y politicas hidrocarburiferas. El caso de Coopertei y Taller Naval (1991-2015). Boletín geográfico, 41(1), 13-28.
Resumen
En la región del Gran La Plata, existen más de veinte emprendimientos de trabajo formados por ex trabajadores de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) que se encuentran prestando diferentes tipos de servicios al Complejo Industrial La Plata. Surgieron a partir de 1991 producto de la reestructuración de la Refinería y sus vínculos se han ido modificando en diferentes contextos, los cuales pueden ser entendidos desde una mirada relacional como el resultado de las características del régimen de acumulación neoliberal y del régimen de acumulación neodesarrollista en Argentina.
La metodología adoptada es el estudio de caso intrínseco: es el caso en sí mismo el que interesa, el que una vez definido “…concentra toda la atención investigativa orientada a un análisis intenso de sus significados con la intención de comprenderlo en su especificidad más que buscando generalizaciones” (MARRADI, ARCHENTI, PIOVANI, 2007:238).
La investigación se estructura en tres partes: en una primera instancia se plantea el enfoque teórico del trabajo, en una segunda se caracterizan los regímenes de acumulación mencionados y en una tercera los estudios de caso.
Palabras clave: Territorialidades – Políticas hidrocarburíferas- Cooperativas de trabajo.
TERRITORIALITIES AND PUBLIC HYDROCARBONS POLICIES. THE COPERTEI AND TALLER NAVAL CASES (1991-2015).
Abstract
In the Greater La Plata region, there are more than twenty work ventures formed by former workers of Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) who are providing different types of services to La Plata Industrial Complex. They emerged since 1991 because of the restructuring of the Refinery and their links have been modified in different contexts, which can be understood from a relational perspective as the result of the characteristics of the neoliberal accumulation regime and the neo- developmentalist accumulation regime in Argentina. The methodology adopted is the intrinsic case study: it is the case in itself that interests, the one that once defined "... concentrates all the investigative attention oriented to an intense analysis of its meanings with the intention of understanding it in its specificity more than looking for generalizations "(Marradi, Archenti & Piovani, 2007: 238).
The research is structured in three parts: in the first instance, the theoretical approach of the work is proposed, in a second, the aforementioned accumulation regimes are characterized and in a third, the case studies.
Key words: Territorialities, Hydrocarbon policies, Labor cooperatives
La última década del siglo XX y la primera del XXI marcaron en Argentina el despliegue de dos proyectos políticos, el neoliberal y el neodesarrollista respectivamente, separados por la profunda crisis de principios de siglo. Como destacan Theodore, Peck y Brenner (2009) la ideología del neoliberalismo se basa en mercados abiertos, competitivos y ‘no regulados’, sin estar sometidos a intervenciones estatales ni de colectivos sociales, y son el mecanismo óptimo para el desarrollo socioeconómico (Theodore, Peck & Brenner, 2009). En cambio, el proyecto neodesarrollista plantea la centralidad de la intervención estatal como promotora de la reindustrialización en una economía de mercado regulada, propone posicionar al capital local como motor del desarrollo en convergencia con el capital extranjero y la cooperación de los sindicatos y el movimiento obrero, aunque en relación subordinada (Merino, 2012). Ambos proyectos signaron los períodos históricos que son objeto de este trabajo y orientaron regímenes de acumulación específicos.
Como sostiene Basualdo un régimen de acumulación refiere a “…la articulación de un determinado funcionamiento de las variables económicas, vinculado a una definida estructura económica, una peculiar forma de Estado y las luchas entre los bloques sociales existentes” (Basualdo, 2007, p. 6). En términos generales la regularidad que han mantenido en la década de los ´90 las políticas de valorización financiera, de apertura de las importaciones y de desregulación de los mercados permite caracterizar al período como liberal, mientras que el crecimiento de la producción de bienes, el incremento del empleo y la mayor intervención estatal en la economía posibilitan caracterizar al período 2003-2015 como neodesarrollista.
Respecto al concepto de territorialidad, nos referimos a la capacidad de los diferentes actores sociales de incidir sobre otros a partir de acciones en el espacio. Siguiendo a Sack, el concepto alude a las estrategias que los mismos llevan a cabo para alcanzar, influenciar o controlar recursos y grupos sociales a través de la delimitación y control de ciertas áreas (Sack, 1986). Esta definición permite superar la perspectiva tradicional de la Geografía Política que definía al territorio como proyección espacial del Estado y da cuenta de la multiplicidad de poderes y de los conflictos y tensiones que se producen entre ellos en las disputas por el espacio. Sin embargo, entendemos que el rol del Estado es crucial por lo que se retoma la perspectiva de Merino, donde sostiene que “…en un Estado se enfrentan y coexisten diferentes territorialidades, planteadas por distintos proyectos político-estratégicos. En este sentido, la territorialidad dominante de un Estado es la resultante o la que se impone, producto de la correlación de fuerzas económicas, políticas, militares, ideológicas y culturales. Esta puede estar dominada y ser funcional a la lógica de la fracción de capital más avanzada, la del proyecto financiero global, subordinando el territorio a la misma; o, por el contrario, pueden desarrollarse proyectos estratégicos antagónicos al financiero global, con otras territorialidades…” (Merino, 2011, p.109). La perspectiva que utilizamos para pensar al Estado, es el enfoque estratégico- relacional de Jessop entendido como “…un conjunto de instituciones que no puede, en tanto conjunto institucional, ejercer el poder, las fuerzas políticas no existen independientemente del Estado: están formadas en parte a través de sus formas de representación, de su estructura interna y de sus formas de intervención; el poder del Estado es una relación social compleja que refleja el cambio en el equilibrio de las fuerzas sociales en una coyuntura determinada y el poder del Estado es capitalista en la medida que crea, mantiene o restaura las condiciones necesarias para la acumulación capitalista en una situación determinada y es no-capitalista en la medida en que tales condiciones no se concretan. Es un conjunto de centros de poder que ofrecen oportunidades desiguales a diferentes fuerzas dentro y fuera del Estado, para que actúen con diferentes fines políticos…” (Jessop, 2014, p.26)
En definitiva, pensar las territorialidades de las políticas hidrocarburíferas en el Gran La Plata implica entonces identificar las empresas, los actores y sus relaciones en sus dimensiones temporales (inserción en los diferentes períodos históricos con sus cambios y continuidades) y espaciales (estrategias de localización, ocupación y uso del espacio).
El Complejo Industrial La Plata (CILP) se localiza en el área portuaria de la región y tuvo su origen en 1925 cuando YPF construyó su mayor establecimiento industrial, la Refinería La Plata. Es la mayor refinería del país: cuenta actualmente con una capacidad de refinación de 189.000 barriles por día. Tiene la capacidad de procesar todas las variedades de crudo producidas en el país para obtener una amplia gama de productos. Es el establecimiento más importante del Complejo Industrial, que cuenta también con capacidad de elaboración de bases lubricantes, parafinas, extractos aromáticos y asfaltos y diferentes productos petroquímicos.
Los principales factores de localización de la Refinería fueron las instalaciones portuarias, necesarias para recibir por vía marítima del insumo básico y la proximidad de Buenos Aires, principal mercado consumidor del país. En las décadas posteriores a su fundación la Refinería fue expandiéndose y en los años ´60, ´70 y ´80 se convirtió en el núcleo del polo petroquímico Ensenada, que se conformó con las siguientes empresas: Industrias Petroquímicas Köppers (IPAKO) productora de etileno y polietileno, radicada en 1962, en producción hasta su cierre en 1998, Petroquímica General Mosconi (PGM) inaugurada en 1974, Maleic instalada en 1981 para producir anhídrido maleico, Polibutenos Argentina instalada en 1982 para la producción de polibutenos, estas dos últimas empresas ubicadas junto a PGM. En 1983 se instala en predios del puerto la empresa COPETRO para la producción de carbón de petróleo calcinado y en 1992 se localiza junto a la Refinería la fábrica de polipropileno Petroken. COPETRO pertenece a la corporación transnacional OXBOW y Petrokén fue adquirida por Basell Polyolefins.
La Refinería se relacionó también con las otras grandes empresas de Ensenada: Astillero Río Santiago y Propulsora Siderúrgica. Estas características convirtieron a la Refinería en un eje fundamental en la economía y en la construcción comunitaria e identitaria de la población de Berisso y Ensenada.
En comparación con los 90’, durante el neodesarrollismo las cooperativas prestadoras de servicios a YPF La Plata han encontrado un contexto productivo favorable (Kulfas, 2011; Narodowski & Panigo, 2010) y un entramado institucional proclive a sus intereses. Además, desde 2012 se han efectuado una serie de convenios nacionales e internacionales, inversiones en infraestructura y programas destinados a la producción local (Lavarello & Sarabia, 2015; Vilmes, 2017).
Por su parte, el proyecto de una “nueva YPF” trajo aparejado en el CILP una serie de transformaciones socio-territoriales vinculadas con la recuperación de la inversión en la planta, la compra de terrenos a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para establecer un centro de investigación, desarrollo e innovación y la reincorporación de los tercerizados (Merino, 2013).
En cuanto a los emprendimientos del CILP, a pesar de que la mayor demanda laboral siguió siendo la de la empresa YPF, en el caso de las cooperativas de trabajo han logrado consolidarse en el mercado interno sumando a su actividad de prestadoras de servicios industriales a la destilería contratos con empresas privadas de otras regiones.
Empresas privadas | Pymes (conformadas por ex trabajadores de YPF La Plata ) | Empresas públicas | Cooperativas de trabajo (conformadas por ex trabajadores de YPF La Plata) |
Ternium – Siderar Coopetro Petroken S.A | AGM, Conexiones, El buen camino; GLC2; MAC3; Media Caña; Nepea; RDT; SIOPCRO; TSICO4 ECOM S.A | Astilleros YPF La Plata | COOPERTEI Taller Naval |
Fuente: elaboración propia
En este período, si bien se puede detectar una etapa de crecimiento y expansión de las Pymes y cooperativas de trabajo, también aparecen los principales obstáculos que enfrentan estos agentes económicos. a) administración tributaria, b) acceso al financiamiento, c) prácticas de competidores del sector informal (o competencia desleal), d) inestabilidad política, y e) legislación laboral, presentados de acuerdo con el orden de importancia que tienen como obstáculos para las pequeñas empresas de nuestro país. Asimismo, se debe rescatar la forma en que fueron creciendo los vínculos de estos emprendimientos con diversas instituciones para ir sorteando las problemáticas contractuales con YPF.
Principales características de la política hidrocarburífera en el régimen de acumulación neoliberal. La reestructuración de YPF durante los años ´90.
El régimen de acumulación neoliberal de los ´90 logró consolidar la fuerte reestructuración regresiva de la economía y de la sociedad iniciada a mediados de los años ‘70. Este periodo se caracterizó por el avance del capital concentrado local y de los acreedores externos en la disputa por la apropiación de los recursos del Estado. Las Leyes de Reforma del Estado y de Emergencia Económica dieron el sustento legal necesario para implantar estas transformaciones y articular las relaciones en el interior del bloque en el poder. La privatización de las empresas estatales, la concesión al capital de parte de los servicios públicos y la “desregulación” de los mercados posibilitaron la transferencia de ingresos desde los sectores medios y populares hacia los sectores económicos altamente concentrados.
En este contexto, según Giuliani (2012) durante la presidencia de Carlos Menem en 1989 se instrumentó el marco normativo que configuro la desregulación del sector energético. Los decretos 1055/89, 1212/89 y 1589/89 reflejaban explícitamente la decisión de alejar al Estado de las decisiones inherentes a la actividad, a la vez que se concedió la libre disponibilidad de los volúmenes extraídos a las empresas concesionarias, admitiendo su comercialización tanto en el mercado interno como en el externo sin restricciones. Paralelamente se desregulo la instalación de refinerías y bocas de expendio, se liberaron los precios de todos los productos y se redujo el rol del Estado a tareas de fiscalización y control.
En este marco se licitaron las áreas operadas por YPF, argumentando baja efectividad: las marginales por un plazo de 20 años y las centrales por 25 años con la opción en ambos casos de prorrogar por 10 años más. El proceso de privatización de YPF comenzó con su reestructuración en Sociedad Anónima mixta, a partir del decreto 2778/90, ratificado por la Ley 24.145 de Federalización de Hidrocarburos, sancionada en 1992.
Durante la década de los ´90 el Gobierno Nacional realizó una serie de acciones para incrementar la participación privada en YPF concretando a mediados de 1999 el traspaso del 98,23% de las acciones a la empresa española REPSOL. La adquisición de YPF le permitió a Repsol proyectarse hacia el espacio económico global como empresa multinacional, ya que hasta ese momento se trataba de una petrolera cuyas actividades estaban prácticamente ubicadas en territorio español (Giuliani, 2012, p. 3).
En el 2010 REPSOL-YPF era la mayor empresa del país: considerando las 200 empresas de la cúpula empresarial ocupaba el primer lugar y daba cuenta del 6,8% de las ventas, el 3,8 % de las exportaciones y el 1,3% de las importaciones del panel (SCHORR, M., MANZANELLI, P. y BASUALDO, E. 2012). Sin embargo, esta posición se sustentó en una estrategia de debilitamiento de las inversiones para ampliar las reservas y la explotación de extracción de gas y petróleo. Esto generó un importante déficit en la balanza comercial profundizando la restricción externa. Como se verá más adelante esta dinámica condujo a que en mayo de 2012 se sancionara la ley que declara de interés nacional alcanzar el autoabastecimiento energético y expropia el 51% del patrimonio de YPF S.A.
En el Gran La Plata la racionalización y privatización de la Refinería conllevó el despido de personal, proceso que se concentró principalmente entre los años 1991 y 1993, generando importantes conflictos gremiales. El impacto de esta política fue profundamente negativo para Berisso y Ensenada: ambas ciudades reunieron el 61% del personal desvinculado de la refinería lo que contribuyó notablemente en el incremento de la precarización laboral y la desocupación en las dos jurisdicciones. Como sostiene Muñiz Terra “…Los ex "ypefeanos" que tenían una calificación muy específica, únicamente aplicable en la refinería, se inventaron una nueva modalidad de inserción en el mercado laboral comprando taxis, remises, y/o abriendo negocios. Otros, aquellos que por ejemplo no poseían generalmente calificación, fueron deambulando por diversos trabajos inestables hasta llegar a un estado de desocupación preocupante. Situaciones similares, vivieron algunos profesionales (químicos, ingenieros, geofísicos, etc.) que luego de perder su empleo en YPF no pudieron encontrar nuevamente un trabajo, o se reinsertaron pero de manera precaria o inestable. Como resulta evidente, aunque las trayectorias de los ex "ypefeanos" en general han sido muy diversas, todos padecieron con el tiempo un empeoramiento de sus condiciones laborales y de vida” (Muñiz Terra, 2014)
Concluido en 1994 el proceso de racionalización, la Refinería pasó a ocupar 600 trabajadores de los 5400 con los que contaba en 1990, manteniendo la misma capacidad de refinación. Durante los años 90 la empresa desarrolló un proceso de crecimiento y de expansión territorial en el Gran La Plata ya que adquirió a la mayoría de las plantas petroquímicas que desde los años 70 se habían instalado en el área portuaria, entre las que se desataca la ex empresa estatal Petroquímica General Mosconi. Este proceso de integración vertical y concentración empresarial dio lugar a la conformación del Complejo Industrial La Plata.
Una parte significativa de las actividades de mantenimiento de la Refinería fue tercerizada a través de emprendimientos subcontratistas conformados por ex trabajadores de la planta que ocupaban, con oscilaciones según la demanda, alrededor de 1300 personas (Berberena, 1997). YPF impulsó la generación de estos emprendimientos productivos para poder desprenderse de una manera menos traumatizante de gran parte de su planta de trabajadores, logrando no solamente apaciguar el conflicto social que podría haberse generado con todos los trabajadores despedidos y sin trabajo, sino además generar una oferta de servicios que, a YPF, una vez privatizada en manos de la española Repsol, le fue útil sostener, a un precio más conveniente para su estrategia empresarial. Desde el último mes de 1991 y durante todo el año 1992 surgieron alrededor de 20 emprendimientos, formados predominantemente por ex-empleados del sector mantenimiento de la Refinería, durante 1993 se agregaron algunos más totalizando alrededor de 30. Algunas de estas empresas tuvieron corta vida quedando en 1997 unas 10 y, en la actualidad, sólo 8 de las originales. Por las características técnicas del proceso industrial continuo de la Refinería, éste no se pudo externalizar por ser indivisible e intensivo en capital y no en mano de obra. Esto redundó en el mayor dinamismo del sector de servicios industriales por sobre el manufacturero al interior del universo de estos emprendimientos. Dadas estas características, varios de ellos se instalaron en las proximidades de la Refinería configurando un nuevo espacio industrial.
Al comienzo, los trabajadores de YPF que optaron por integrar estas pequeñas empresas, no poseían ni capital propio, ni equipamiento para armar estos emprendimientos. YPF les cedió entonces en comodato bienes que pertenecían a la empresa acompañados por un contrato de 1 a 3 años renovables con la propia empresa madre. De esta forma, YPF se convertía ahora en el principal cliente de estas empresas que le ofrecerían los servicios que hasta ahora los propios trabajadores venían desarrollando como empleados directos de la petrolera estatal. Estos contratos por la prestación de servicios fueron en principio económicamente significativos, logrando los ex trabajadores asalariados ahora socios de una cooperativa o empresarios, obtener retiros y salarios equiparables, o inclusive más pronunciados, de los que obtenían como trabajadores ypefeanos. Una vez que vencieron los primeros contratos comenzaron a surgir las mayores dificultades que tuvieron como corolario la desaparición de más del 70 % de los emprendimientos formados entre 1991 y 1993 (Arturi y Adriani, 2014)
Entre los elementos que Rofman (1999) destaca como causas del fracaso de varios de estos emprendimientos pueden señalarse: el nivel de obsolescencia de los bienes que recibieron en comodato, sin capital propio para renovarlos y mejorarlos, los contratos precarios que establecieron con YPF que los obligaba al cabo de un tiempo a competir en el mercado abierto, el constante proceso de reducción del valor de los contratos y el limitado nivel de experiencia en la gestión empresarial de los trabajadores.
El mecanismo de selección de subcontratación implicaba que la empresa petrolera presionara a los emprendimientos para que abarataran sus presupuestos y dado que la relación comercial con YPF resultaba fundamental, sus exigencias eran permanentemente atendidas. Repsol-YPF ejerció este poder asimétrico fundamentalmente debido a que la modalidad de la tarea que realizaban la mayoría de los emprendimientos se circunscribía prácticamente al mercado demandante de los grandes establecimientos del complejo.
En resumen, durante el neoliberalismo, el proyecto financiero guiado por el Consenso de Washington, dominó las políticas del Estado, las que en su materialización en el territorio produjeron una dinámica de “crecimiento con exclusión”: empresas y sectores que se modernizaban y ganaban y territorios en los que sus pobladores sufrían el deterioro de equipamientos e infraestructuras a la vez que se incrementaban la desocupación, la pobreza y la indigencia. Los sectores más perjudicados encararon acciones de movilización y protesta, las que se acentuaron fuertemente durante la finalización de la década de 1990, es el caso de los reclamos de los diferentes movimientos sociales, como los piqueteros y organizaciones de trabajadores desocupados.
La territorialidad neoliberal deja de manifiesto un nuevo orden social en consonancia con el avance de los intereses de las grandes empresas, en donde emerge una YPF producto de las políticas de racionalización, privatización y desregulación.
Principales rasgos de la política hidrocarburífera en el régimen de acumulación neodesarrollista.
El quiebre del patrón de acumulación sustentado en la valorización financiera y el ajuste estructural significó un cambio de matriz en el funcionamiento social y económico de Argentina, aunque se presentaron continuidades en la concentración económica y la oligopolización de los mercados. En el periodo neodesarrollista se instrumentaron una serie de políticas macroeconómicas contrastantes con la etapa previa. Según Varesi “…Los primeros cambios económicos con el fin de desactivar la crisis estuvieron ligados a la instauración de un nuevo modelo de acumulación. De esta manera el modelo de la posconvertibilidad comenzó a configurarse a partir de un conjunto de políticas fundacionales: 1) la devaluación; 2) la implementación de retenciones a las exportaciones; 3) la pesificación asimétrica de deudas y depósitos 4) el “salvataje” al capital financiero 5) el default 6) el congelamiento y renegociación de tarifas…” (Varesi, 2014, p. 183).
Los cambios en las políticas hidrocarburíferas podrían sintetizarse en:
Retenciones a las exportaciones
Provincialización definitiva de los yacimientos
Acuerdos de precios y planes de promoción
Creación de Enarsa
Ley de Soberanía Hidrocarburífera n° 26.741/12
Con respecto al sector energético, en el 2002 entro en vigencia el régimen de derechos de exportación creado por la ley de “emergencia pública y reforma del régimen cambiario” por un periodo de cinco años. Como sostiene Barrera “… hasta 2012, mediante sucesivas prórrogas y modificaciones de las alícuotas aplicadas, las retenciones fueron el principal instrumento de intervención en el sector hidrocarburífero. Originalmente orientadas a paliar la crisis y las consecuencias de la salida de la convertibilidad, generaron una mejor distribución más equitativa de la renta, que beneficio a las refinerías y los consumidores y perjudico sobre al sector privado extractivo…” (Barrera, 2012, p.19).
En la posconvertibilidad, Repsol-YPF, primera exportadora del país y de la región, aprovechó las ventajas del aumento del precio del crudo, lo que le permitió en el año 2005 un incremento de un 9% en su ganancia neta, alcanzando los 5.337 millones de pesos (Krakowiak, 2006). Asimismo, la empresa se benefició de la Ley de Promoción de Inversiones en Bienes de Capital y Obras de Infraestructura de 2004 mediante un proyecto de adecuación de las instalaciones de la destilería. Desde mayo de 2012, con la sanción de la ley de expropiación que recupera para el Estado argentino el control de la compañía, se abre una nueva etapa para el sector hidrocarburífero, para la industria del petróleo y para la región del Gran La Plata en particular. La nueva lógica que este cambio provoca se observa regionalmente en tres hechos: la recuperación de la inversión en la planta, la compra de terrenos a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para establecer un centro de investigación, desarrollo e innovación y la reincorporación de los tercerizados (Merino, 2013).
La política hidrocarburífera durante el periodo neodesarrollista da lugar a diferentes miradas. Kulfas sostiene que la reestatización fue una respuesta adecuada pero tardía, ya que la política energética intentó desarmar el régimen de inversión neoliberal que había logrado algunos buenos resultados en el incremento de la producción, pero limitados en términos de sustentabilidad al no realizar nuevas exploraciones. Es decir, que durante este periodo no se logró reemplazar dicho modelo por uno que acompañara la creciente demanda de energía originada en el crecimiento económico y la mayor inclusión social del período. En este sentido, Kulfas sostiene que “este desfasaje se cubrió con mayores importaciones y cortes selectivos de energía en el sector industrial, lo cual afectó, por ende, la producción y la inversión en algunas ramas. Las exigencias del sector privado (mejoras en tarifas y en los precios del gas en boca de pozo) fueron rechazadas por el gobierno y no hubo inversión pública, privada ni mixta que alcanzara” (Kulfas, 2016, p.161). En el año 2012 se sancionó la ley de Soberanía Hidrocarburífera Nº 26.741 a partir de la cual se declaró como objetivo prioritario el autoabastecimiento de hidrocarburos y se expropiaron los activos de Repsol: se reestatizó el 51% del paquete accionario de la empresa. La nacionalización de la compañía multiplicó su actividad en materia de inversión.
Para otros autores como D’ Elia y Pérez Roig el período neodesarrollista correspondería en materia energética a un modelo “neoliberal moderado” atravesado por la tensión “commodities/recursos estratégicos” indispensables para la reproducción del capital y del Estado (Perez Roig, 2016). En este sentido, Vaca Muerta hizo que tanto voceros del neoliberalismo como del progresismo desarrollista coincidieran en una misma visión que identifica los nuevos descubrimientos de “riquezas naturales” con la posibilidad de un enriquecimiento rápido o acelerado. Fue imposible plantear una visión estratégica que incluyera tanto la reducción y redistribución del consumo como la diversificación de la matriz energética y su progresivo reemplazo por energías limpias y renovables, que contemple formas de generación y gestión no centralizada (Svampa & Viale, 2013).
En este marco, la territorialidad del régimen neodesarrollista se caracterizó por un impulso significativo a la inversión pública y, en el caso del sector hidrocarburífero, si bien la mayor parte del período estuvo signada por la lógica de Repsol-YPF, deben mencionarse la proyección y ejecución de gasoductos y centrales térmicas, entre las cuales se encuentra la emplazada en el partido de Ensenada.
En el Gran La Plata, en vista de lo sensible del tema de los contratos, un grupo importante de emprendimientos subcontratistas del Complejo Industrial (29 en total) se agruparon en octubre de 2007 en la Cámara de Emprendimientos y Empresas del Polo Petroquímico (CEEPP). Se propusieron como misión más importante, justamente, conformar un frente común para negociar el tema contractual con Repsol- YPF. Esto creo una red empresarial que le dio al territorio de la región la particularidad de contar con un nuevo actor. Estas empresas cuentan con conocimientos específicos y especializados que es muy difícil de reproducir en el corto y mediano plazo, generándose importantes ventajas competitivas en la región y grandes posibilidades, actualmente subutilizadas, de expandirse a otros mercados de América Latina. (Arturi& Adriani, 2014)
En términos de impacto sobre las ciudades de Berisso y Ensenada, las pymes de servicio, especialmente las nucleadas en la CEEPP, poseen una importancia fundamental. En el SUPE se infiere que entre 50 y 70 millones de pesos quedan en estas economías locales, producto del gasto en bienes de consumo de los cerca de 3000 trabajadores que conforman este conglomerado de empresas. Según esta misma fuente de información, gran cantidad de insumos básicos (ropa de trabajo, herramientas simples, electrodos, etc.) son adquiridos en comercios locales, aunque cuando estos insumos aumentan en complejidad o precio, recurren a distribuidores de La Plata o del Gran Buenos Aires. (Arturi & Adriani, 2014)
La cooperativa de trabajo COOPERTEI nace en 1991. El nacimiento de esta cooperativa es el resultado de estrategias de supervivencia ante el despido de personal que trajo aparejada la privatización de la Refinería. Su sede central se encuentra en las proximidades del Puerto La Plata, en la localidad de Berisso. Es un establecimiento de unos 2.400 m2, en el que funcionan oficinas administrativas, comerciales y un centro de capacitación de personal. Posee talleres de maquinado industrial para la construcción de reposición y mecanización de piezas de distintos tipos, talleres de metalmecánica. Cuenta con segundo predio en la Refinería, donde cuentan con grúas y material rodante y una tercera planta ubicada en La Plata, con una superficie cubierta de 2000 m2.
En la etapa inicial los exempleados de la Refinería recibieron asesoramiento legal para la conformación del emprendimiento, optando por constituir una cooperativa de trabajo. En entrevistas mantenidas con miembros de la cooperativa surge el siguiente testimonio:
“Hubo un contador que nos asesoró y nos facilitó el armado de los libros y tramites. Tuvimos que armar un estatuto, un reglamente interno, el libro de asambleas, las asistencias de asambleas, y empezamos el régimen cooperativo. Nosotros armamos una estructura horizontal, la ventaja es que nosotros nuestra actividad laboral ya la conocíamos y teníamos experiencia. El estatuto que armamos trata temas como el presentismo, vacaciones, la distribución de las ganancias en los asociados, manejo de capitales, cuanto se puede comprar y gastar, manejos políticos, financieros, administrativos”.
Como puede observarse en la Figura 1, COOPERTEI atravesó diferentes momentos de prestación de servicios y de vinculación con otras empresas.
Otro testimonio de un miembro de la cooperativa da cuenta que: “El primer crecimiento se dio en 1995, en 4 o 5 años empezamos a trabajar en toda la refinería, y en la logística en todas las centrales de YPF desde Ushuaia hasta La Quiaca, la demanda fue cada vez mayor, sobre todo de YPF. El salto real lo dimos 2005 cuando salimos al mercado para buscar trabajo por fuera de YPF, ya que empezamos a visualizarnos, nuestra actividad tiene mucha demanda y es muy específico”
Fuente: elaboración propia en base a entrevistas realizadas a socio-fundadores de COOPERTEI
A partir del 2005, COOPERTEI buscó nuevos mercados, por fuera de YPF, y a partir de nuevas contrataciones comenzó a crecer e incorporar personal. Esta expansión le permitió realizar actividades para diferentes empresas del sector petrolero de Argentina y establecer convenios con empresas de Venezuela, EE. UU, Alemania y Brasil. Desarrolló vinculaciones con agentes del Estado nacional como el INAES, con universidades y a escala local con instituciones educativas como escuelas técnicas y organismos de la educación popular. Como consecuencia de este crecimiento comenzó a firmar convenios con la Escuela Industrial de Berisso para que los alumnos realicen prácticas profesionales y otorgó capacitaciones a jóvenes, muchos de los cuales fueron incorporados a la cooperativa mediante contratos. Asimismo, estableció vínculos con la Cámara de Emprendimientos del Polo Petroquímico CEEPP, el Grupo Empresarial Integrado de Berisso (GEIB), la Federación de Sindicatos Unidos Petroleros e Hidrocarburíferos (SUPEH) y la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina FECOOTRA.
El cambio de modelo económico del neodesarrollismo a un nuevo período neoliberal en diciembre de 2015 profundizó algunos aspectos recesivos del período anterior y generó un nuevo contexto en el que se vieron perjudicados las actividades económicas y actores sociales orientados hacia el mercado interno. En este contexto de reordenamiento de la redistribución del ingreso a favor de los sectores más concentrados tanto de la economía como de la sociedad, COOPERTEI se ve impactada negativamente por las siguientes medidas:
Revisión de las modalidades de contratación con la Refinería YPF La Plata, en donde se acuerdan por periodos más cortos en comparación al 2015.
Incidencia de los cambios en la relación con PDV y la República Bolivariana de Venezuela, producto de la caída de los vínculos comerciales y técnicos entre los dos países.
Efectos de los aumentos de las tarifas de luz y gas, producto de los tarifazos iniciados durante el 2016.
Aumento en los precios de los insumos, producto de ser importados y su relación con la suba del dólar de aproximadamente $11 a $17 (periodo 2014 - 2016)
Incremento del costo financiero
Cambios en las condiciones de trabajo en YPF, reducción de servicios gratuitos como gimnasio y premios.
Cambios en las relaciones con el sindicato SUPEH, presencias más fuertes de representación gremial ante la ofensiva contra los trabajadores.
Frente a este escenario COOPERTEI encaró una serie de acciones basadas en la reducción de costos con el objetivo de que la cooperativa “siga en pie”. Se efectuó un resumen de gastos que afectó la política de apoyar escuelas y clubes de futbol en los que se hacían intervenciones, se redujeron las partidas destinadas a publicidad, donaciones y la ayuda social. Lo que se sigue manteniendo son las pasantías con las escuelas industriales. A su vez, acordó un nuevo plan de negocios donde se planteó la búsqueda de nuevos ingresos, principalmente en la región patagónica. Se consiguió establecer contratos con empresas localizadas en un parque industrial y trabajos con la Refinería YPF de Cutral Có - Plaza Huincul. El principal trabajo contratado consiste en reparar equipos viejos ya que las políticas de ajuste implementadas hacen que las empresas no renueven equipamiento y opten por reparar los que poseen.
Se conformó en 1992 con 150 asociados que se habían quedado sin trabajo tras la privatización. Actualmente Taller Naval cuenta con 50 asociados, de los cuales 28 están desde sus inicios y el resto son hijos o incluso nietos de sus fundadores. La cooperativa se especializa en tareas relacionadas con la reparación y mantenimiento industrial. Ofrece servicios de calderería, grúas, instalaciones industriales, mantenimiento industrial, montajes industriales y transportes de carga pesada.
La sede central y administrativa de la cooperativa se encuentra en el Complejo Industrial La Plata. Posee además otro establecimiento en terrenos del Puerto La Plata. Ha acordado con la administración del puerto el pago de un canon por la ocupación y uso del predio y mantener un vínculo que le permite atender ofertas laborales y disponer de materiales que le proporciona la administración a cambio de trabajo. Cuenta además con maquinaria pesada adquirida a YPF mediante un convenio.
Taller Naval atravesó diferentes momentos desde su fundación. Inicialmente tuvo contratos mensuales con YPF pero a medida que se completaban los trabajos en los barcos disminuían las actividades, lo que conllevó a la búsqueda de otras tareas, pasando de la reparación y el mantenimiento naval al mantenimiento industrial. Actualmente Taller Naval, si bien sigue dependiendo del Complejo Industrial La Plata de YPF, hace mantenimiento en Dock Sud y brinda diferentes servicios de maquinado, transporte y grúas a empresas de la zona como Mafisa, Coopetro y Media Caña.
De manera similar a COOPERTEI Taller Naval estableció desde mediados de la década pasada una serie de convenios con instituciones de la región. Con FECOOTRA que canaliza aportes económicos a los miembros de la cooperativa para alcanzar el salario mínimo, con la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata para asistencia técnica, con el Ministerio de Educación con quien se conformó el Centro de Formación Profesional Enrique Mosconi, para el apoyo al dictado de cursos de tornería, alisador, montador, informática, reparación de PC e instalación de redes. La implementación del nuevo modelo económico los perjudicó con el incremento de las tarifas de los servicios y con el incremento del costo de insumos importados. Específicamente en su relación con YPF se encuentran con la exigencia por parte de la petrolera de la reducción del valor de los contratos y con el pago de honorarios por debajo de los correspondientes según la calificación laboral.
El estudio de YPF La Plata y de los emprendimientos subcontratistas prestadores de servicio, en particular las cooperativas de trabajo, nos permite pensar la dimensión política del espacio, la cual se materializa en territorialidades diferenciadas según las distintas coyunturas. Las territorialidades que emergen en cada período son el resultado de las estrategias que se enfrentan en un momento determinado, en el cual se debaten y se disputan los intereses de los distintos actores: trabajadores, organizaciones gremiales, empresarios locales y globales, distintos organismos públicos y los diferentes niveles del Estado.
En el contexto de la racionalización y la privatización de la Refinería en el marco la Reforma del Estado en los 90’ la territorialidad materializada, estuvo signada por el despido de personal, lo que en numerosos casos dio origen a emprendimientos subcontratistas y cooperativas de trabajo como estrategia de supervivencia. A partir del 2003 con el cambio de régimen de acumulación neo-desarrollista, la territorialidad dominante sigue siendo la de la empresa YPF aunque las cooperativas de trabajo logran consolidarse en el mercado interno sumando a su actividad de prestadoras de servicios industriales a YPF, contratos con empresas privadas de otras regiones. A partir de 2012 el cambio de manos de la mayoría accionaria hacia el Estado permitió expandir la actividad hacia las áreas de investigación y desarrollo incorporando nuevos espacios como los de Y-TEC, lo que evidenciaría una territorialidad signada por nuevos vínculos entre la empresa petrolera, instituciones de Ciencia y Tecnología y la comunidad local. Sin embargo, la relación subordinada de las cooperativas y pymes respecto de la gran empresa no fue revertida, manteniéndose así una territorialidad concentrada y un modelo que limita las posibilidades del desarrollo regional equilibrado.
A partir de 2015 y en el escenario actual, el cambio de modelo económico del neodesarrollismo a un nuevo período neoliberal profundizó los aspectos recesivos del período anterior, la concentración económica y generó un nuevo contexto en el que se vieron perjudicadas las actividades económicas y los actores sociales orientados hacia el mercado interno, principal destinatario de las políticas del modelo anterior. Los emprendimientos subcontratistas, las cooperativas de trabajo, los sectores trabajadores experimentaron desde diciembre de 2015 los efectos de la devaluación, la suba de tarifas, la liberalización del comercio exterior, el aumento de la inflación, entre las principales medidas. Estas son producto de la estrategia de reordenamiento de la redistribución del ingreso a favor de los sectores más concentrados tanto de la economía como de la sociedad.
Arturi, D. & Adriani L. (2014) La reestructuración productiva en las grandes industrias. El caso de la Destilería y el Complejo Industrial La Plata YPF. Centro Interdisciplinario de Estudios Complejos. CIEC-FAU-UNLP.
Barrera, M. (2012) Y.P.F.: Estudio de las causas del quebranto y privatización. En Revistas UN. Vol 22, n°40.
Basualdo, E. (2007) Concepto de patrón o régimen de acumulación y conformación estructural de la economía. Documento Nº 1 Maestría en Economía Política Argentina. FLACSO. (www.flacso.org.ar/economia)
Giuliani, A. (2012) La explotación de hidrocarburos en Argentina desde la privatización de YPF hasta la expropiación del 51% de su capital social. El caso de la provincia de Neuquén. III Congreso Latinoamericano de Historia Económica. Universidad Nacional del Comahue.
Jessop, B. (2014) El Estado y el Poder. En: Utopía y Praxis Latinoamericana. Año 19 n°66. Revista Internacional de Filosofía Iberoamericana y Teoría Social.
Marradi A., Archenti, N. & Piovani, J. (2007) Metodología de las Ciencias Sociales, Buenos Aires, EMECE.
Merino, G. (2011) Globalismo financiero y territorialidad “progresismo” y proyectos en pugna. En Geograficando, 7(7), 107-134.
Muñiz Terra, L. (2007) La pérdida del trabajo petrolero: transformaciones laborales, materiales e identitarias.). Avá 12, 96
Pérez Roig, D. (2016) Explotación de hidrocarburos en la Argentina postconvertibilidad (2002 - 2013): entre el valor económico y la importancia estratégica. En: Desarmando el Modelo: desarrollo, conflicto y cambio social tras una década de desarrollismo. Buenos Aires: El colectivo.
Rofman, A. (1999). Las economías regionales a fines del siglo XX. Los circuitos de petróleo, el carbón y el azúcar, Buenos Aires, Ariel.
Sack, R., (1986). Human Territoriality: its theory and history. Cambridge: Cambridge University Press.
Theodore, N., Peck, J., & Brenner, N. (2009) Urbanismo neoliberal. La ciudad y el imperio de los mercados. Temas Sociales. 66., Santiago de Chile
Varesi, G. (2014) El gobierno de Eduardo Duhalde: hegemonía y acumulación en el inicio de la Argentina posconvertibilidad, 2002-2003. Papeles de Trabajo, 8 (14), 168-191.
Varesi, G. (2016) Acumulación y hegemonía en Argentina durante el Kirchnerismo.
En Problemas del Desarrollo, 187(47)
1 FAHCE – Universidad Nacional de La Plata. nahuel_alr@hotmail.com
2 GLC S.A: empresa, formada en el año 1993, está organizada fundamentalmente para brindar todo tipo de servicios a la industria. Desde su creación ha trabajado en forma ininterrumpida en Refinerías de petróleo, Petroquímicas, Metalúrgicas, etc.
3 MAC SRL: empresa de origen nacional que se desempeña en el rubro de Calibración y Mantenimiento de Equipos de Medición en Laboratorios y en plantas industriales desde el año 1991.
4 TISICO: empresa dedicada a realizar obras industriales y prestar una gran gama de servicios conexos para la industria. Cuenta con profesionales especializados de vasta experiencia. Ha realizado continuas inversiones en la estructura edilicia, equipos, herramientas, tecnología, capacitación del personal, optimización del Sistema de Gestión en Calidad y Seguridad, entre otros.