Páginas de Filosofía, Año XIX, Nº 22 (enero-diciembre 2018), 100-109
Departamento de Filosofía, Universidad Nacional del Comahue
ISSN: 0327-5108; e-ISSN: 1853-7960
http://revele.uncoma.edu.ar/htdoc/revele/index.php/filosofia/index

DOSSIER/ DOSSIER

LUIS JUAN GUERRERO: LA CONCIENCIA HISTÓRICA EN EL SIGLO XVIII *

LUIS JUAN GUERRERO: HISTORICAL CONSCIOUSNESS IN XVIIIth CENTURY

Edición crítica, introducción y notas:

Ricardo Ibarlucía

Instituto de Filosofía “Ezequiel de Olaso” (CIF-CONICET)

Universidad Nacional de San Martín

Resumen

Este dossier se concentra en el primer trabajo sobre filosofía de la historia de Luis Juan Guerrero (1899-1957), publicado originalmente en 1939 en la revista Cursos y Conferencias del Colegio Libre de Estudios Superiores de Buenos Aires. Se ofrece aquí el texto en una edición crítica, precedido de un estudio que traza el contexto histórico-filosófico de su elaboración, establece sus fuentes y precisa el lugar que ocupa en el pensamiento del autor y su relevancia en el escenario de la filosofía argentina. En apéndice, se reproduce el programa completo del curso “Problemas éticos de la Filosofía de la Historia” dictado el mismo año por Guerrero en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

Palabras clave: Guerrero; Filosofía de la Historia; Revolución Francesa; Iluminismo; Romanticismo


 

Abstract

This dossier focuses on the first paper on Philosophy of History written by Luis Juan Guerrero (1899-1957). The text originally appeared in 1939 in the journal Cursos y Conferencias, published by the Colegio Libre de Estudios Superiores (Free College of Higher Studies) of Buenos Aires. It is offered here in a critical edition, preceded by an essay that traces the historical- philosophical context of its elaboration, establishes its sources and specifies the place it occupies in the author's thought as well as its relevance in the scene of Argentinean philosophy. The full program of the course “Ethical Problems of the Philosophy of History”, taught by Guerrero in the Faculty of Philosophy and Letters of the University of Buenos Aires the same year is reproduced in the appendix.

Key Words: Guerrero; Philosophy of History; French Revolution; Enlightenment; Romanticism.

Introducción

Luis Juan Guerrero es conocido por Estética operatoria en sus tres direcciones (1956), obra capital de la filosofía del arte en lengua española, así como por su ensayo Qué es la belleza (1954) y su Psicología (1939), manual utilizado durante décadas en las escuelas secundarias. Menos frecuentados son sus escritos sobre filosofía de la historia, nacidos de los cursos y seminarios que impartió, entre 1939 y 1945, como profesor titular de Ética en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, los cuales estuvieron consagrados a la historia de las ideas y las “fuentes europeas” del pensamiento ético y social argentino y latinoamericano.1

Estos escritos son el ensayo Tres problemas filosóficos en las entrañas del Facundo (1945) originalmente una conferencia en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata con motivo del centenario del libro de Sarmiento–2 y el texto que aquí presentamos, “La conciencia histórica en el siglo XVIII”, publicado por única vez en la revista Cursos y Conferencias en 1940, que reproduce el contenido de dos clases magistrales dictadas por Guerrero en el Colegio Libre de Estudios Superiores de Buenos Aires.

Nacido en la ciudad de Baradero en 1899, Guerrero realizó estudios de filosofía en la Universidad de Buenos Aires y, en 1923, se trasladó a Europa para seguir su formación. Asistió a los cursos de Martin Heidegger, Paul Natorp y Max Dessoir en la Universidad de Marburgo y se doctoró en la Universidad de Zúrich con una tesis sobre axiología.3

En 1928 regresó a la Argentina, comenzó a desempeñarse como profesor de Filosofía y Psicología en el Instituto Nacional del Profesorado y obtuvo por concurso los cargos de profesor titular de Estética en la Universidad Nacional de La Plata y profesor adjunto de Ética en la de Universidad de Buenos Aires.

Entre abril de 1929 y el golpe de Estado de septiembre de 1930, Guerrero llevó adelante una notable gestión reformista como Delegado- Interventor de la Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales de la Universidad Nacional del Litoral, en la ciudad de Paraná.4En los años siguientes, junto con Francisco Romero, Juan Mantovani, Aníbal Sánchez Reulet, Carlos Astrada, Ángel Vasallo, Miguel Virasoro, Raymundo Lida y Vicente Fatone, fue uno de los animadores de la Sociedad Kantiana de Buenos Aires, “agrupación filosófica” que mantenía lazos formales con la Kant-Gesellschaft de Berlín, aunque no reconocía “una dependencia explícita” respecto de ella.5

Sobre la Sociedad Kantiana de Buenos Aires, véase Jorge Dotti, La letra gótica. Recepción de Kant en la Argentina, desde el romanticismo hasta el treinta, Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, 1992, especialmente pp. 226-227

El Colegio Libre de Estudios Superiores, creado por Roberto Giusti, Carlos Ibarguren, Alejandro Korn, Narciso Laclau, Aníbal Ponce y Luis Ressig en 1930 como un polo de equilibrio al “espíritu profesional” predominante en la enseñanza universitaria argentina, se proponía el estímulo de la “investigación especializada” sobre temas científicos, artísticos, educativos, técnicos, económicos y sociales.6 Publicaba la revista Cursos y conferencias y su actividad docente – ejercida ad honorem– se desarrollaba, con asistencia libre y gratuita, en una antigua casona ubicada en el Nº 1372 de la calle Cangallo (hoy Juan Domingo Perón), propiedad de la Asociación Unione e Benevolenza. Cuando la institución cumplió diez años, Guerrero participó de la “asamblea de profesores y amigos” que suscribió el “Acta de Fundación”, aprobó su estatuto y eligió el primer Consejo Directivo.7

El primer curso de Guerrero en el Colegio Libre de Estudios Superiores tuvo lugar en 1932 y consistió en un “curso de especialización” sobre “Historia de la formación estética”; a él siguió otro de doce encuentros, en 1933, sobre “Estética del Iluminismo”.8 En 1934, tras un paréntesis motivado por un viaje a Europa que lo llevó a ser testigo de la crisis del gobierno republicano de Manuel Azaña en España y el ascenso del nacional-socialismo en Alemania, dictó el curso “Soledad y comunidad como raíces de la filosofía de nuestro tiempo”, de seis clases,9 en el que anticipó la temática de los dos programas con los que inició su tarea como profesor titular de Ética en la Universidad de Buenos Aires: “Ética de la vida social-política en Aristóteles y Hegel” (1935) y “Direcciones de la ética social en la filosofía alemana contemporánea” (1936).

La novedad del curso de Ética de 1935 en la Universidad de Buenos Aires fue la inclusión, en la bibliografía general, de estudios firmados por jóvenes filósofos marxistas y neo-hegelianos de izquierda, como Galvano della Volpe, Jean Wahl, Herbert Marcuse y Julius Loewenstein.10 Por su parte, el curso de 1936 permite forjarse una idea de las preocupaciones filosófico-políticas de Guerrero frente al avance del fascismo en Europa.11

Dividido en seis unidades, su programa buscaba dar cuenta de los más recientes debates de la Existenzphilosophie y el comunitarismo:

I, Ética de la “coexistencia” (Johann Gottlieb Fichte y Ludwig Feuerbach en la “renovación del problema del ”; la Einfühlung y la teoría de Max Scheler de la “comprensión del prójimo”; la “radicalización del problema de la coexistencia” en Heidegger; “el sujeto de la existencia cotidiana”; “el individuo en el papel del hombre social” según Karl Löwith; el “horizonte ontológico y ético para la interpretación de la noción de coexistencia”);

II. Ética de la “comunidad” (la filosofía romántica, la sociología de Ferdinand Tönnies y el “dualismo de comunidad y sociedad”; la “Ética de la comunidad” de Scheler y Othmar Spann; la crítica de la noción de Gemeinschaft);

III. Ética del “Espíritu Objetivo” (la teoría hegeliana y las lecturas de Wilhelm Dilthey, Hans Freyer y Nicolai Hartmann; los “problemas de la Ética” del Objektiver Geist y el “horizonte ontológico y ético” para su interpretación);

IV. Ética de la “historicidad” (las “influencias divergentes” de Hegel y Jacob Burckhardt; Dilthey, Paul Yorck von Wartenburg y el examen de los conceptos heideggerianos de “temporalidad” e “historicidad”, seguidos de una análisis de “su significado ético”);

V. Ética de la “voluntad social” (las polémicas sobre “sociología del saber”; la teoría de las “ideologías” de Karl Mannheim; la “sociología existencialista” de Freyer como “Ética de la voluntad social” y el “sociologismo ético”);

VI. Ética de la “acción política” (el “existencialismo político” de Carl Schmitt, las posturas de Freyer y Alfred Bäumler y una crítica del “activismo” ético-político).12

Durante el segundo cuatrimestre de 1936, luego de asumir como Director del Instituto de Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Guerrero dictó un nuevo curso en el Colegio Libre de Estudios Superiores, titulado “Renovación de la filosofía actual sobre la base del problema del trabajo”, que comprendió ocho clases.13Además de los escritos clásicos de Marx y de Hegel sobre el tema, incluyó esta vez textos de Felix Krüger, Bernhard Groethuysen y Karl Löwith, al igual que dos estudios de Marcuse: uno sobre los fundamentos filosóficos del valor económico del trabajo y otro sobre la fenomenología de Heidegger y el materialismo histórico.14

El interés de Guerrero por la filosofía de la historia se acentuó en los años siguiente. En 1938, Guerrero impartió en el Colegio Libre de Estudios Superiores el curso “Panorama de las relaciones entre la teoría y la práctica en la historia del pensamiento filosófico”, de seis clases, y en 1939, otro de la misma extensión, “Interpretación histórica de la vida humana” – o “Actualidad de la filosofía de la historia”, como fue anunciado en Cursos y Conferencias–, que tuvo una temática similar a la de su propio curso de Ética en la Universidad de Buenos Aires, titulado

“Problemas éticos de la filosofía de la historia”.15

Este último curso –cuyo programa completo reproducimos en apéndice se desarrolló, a lo largo de todo el año académico de 1939, en la Facultad de Filosofía y Letras, que tenía entonces su sede en la calle Viamonte 430. En virtud de su problemática, puede decirse que fue acaso el primer curso de filosofía de la historia impartido en las aulas de una universidad argentina. Su contenido se organizó en tres grandes unidades:

I) Formación de la conciencia histórica, abarcando la Ilustración y el Romanticismo;

II) Estructuras de la Historia, que comprendía, por un lado, “Las objetivaciones espirituales y los peligros del extrañamiento objetivo” y, por el otro, “El dinamismo histórico” y sus interpretaciones;

III)Sentido de la Historia, divido en cuatro puntos: “La tesis de la historicidad de la existencia humana”, “La Historia como actividad y el problema de la libertad humana”, “La historia como pensamiento y los problemas de la filosofía de la historia” y, finalmente, “Eticidad e Historia en Hegel”, bolilla a cargo de Ángel Vasallo, profesor adjunto dela materia.16

La bibliografía general comprendió textos de Raymond Aron, Ernst Cassirer, Robin George Collingwood, Benedetto Croce, Giovanni Gentile, Bernard Groethuysen, Johan Huzinga, José Ortega y Gasset, Paul Tillich y Eric Weil.

A comienzos de 1939, para conmemorar el sesquicentenario de la Revolución Francesa, el Colegio Libre de Estudios Superiores anunció la realización de un primer “curso colectivo” de treinta y tres conferencias. Guerrero fue invitado a participar, junto con una veintena de profesores de reconocida trayectoria en diversas disciplinas: Ricardo y Julio Caillet Bois, Juan E. Cassani, Patrick O. Dudgeon, Enrique Gallo, Luis Roque Gondra, Julio V. González Émile Gouiran, Erwin Leuchter, Ariel Maudet, Simón M. Neuschlosz, Alberto Palcos, Julio E. Payró, Emilio Ravignani, José Luis Romero, Jorge Romero Brest y Juan C. Vedoya.

Con el dramático desenlace de la Guerra Civil Española y el inicio de la Segunda Guerra Mundial, la iniciativa no tardó en convertirse en un pronunciamiento antifascista. Un año después, como señaló Luis Reissig, en el prefacio de los dos volúmenes de Cursos y Conferencias que recopilaron las exposiciones de este ciclo, la capitulación de Francia arrojaría una extraña luz sobre los ideales revolucionarios con los que se identificaban algunas de las figuras más representativas de la intelectualidad argentina: “La burguesía francesa, otrora tan erguida sobre viejas conquistas, está muda. Sus trofeos y sus mitos, sus instituciones y sus dogmas, se archivan. ¿Qué es de aquella burguesía pujante que supo movilizar millones de hombres en el 89 y que recogió los abultados frutos de la primera gran revolución?”17

El “curso colectivo” de treinta y tres conferencias sobre la Revolución Francesa se inauguró, en julio de 1939, con las dos clases magistrales de Guerrero que conforman el texto “La conciencia histórica en el siglo XVIII”. Con algunas modificaciones y ampliaciones, la versión taquigráfica de estas lecciones fue publicada en el primer tomo de la edición especial de Cursos y Conferencias, dividida en cuatro grandes capítulos: “I. La conciencia histórica en el plano de la filosofía iluminista”; “II. La conciencia histórica en el plano de la existencia burguesa”; “III. Las antinomias de la conciencia histórica”; “IV. La conciencia revolucionaria de 1789 y su herencia en los movimientos sociales del siglo XIX”.18

El papel de estas dos clases en el marco del ciclo dedicado a la Revolución Francesa, advierte Guerrero en la introducción, es el análisis de un problema filosófico preliminar: “dilucidar si la voluntad revolucionaria de los hombres de 1789 proviene de la concepción de la vida histórica forjada por los pensadores de esa época o si, por el contrario, la niega o la transforma”.19 En otras palabras, su propósito es examinar las relaciones de continuidad y ruptura entre la conciencia revolucionaria y la conciencia histórica del siglo XVIII en dos planos diferentes: el de los grandes debates intelectuales que llevan al surgimiento de la filosofía de la historia como tal, por un lado, y el de las “intuiciones pre-filosóficas fundamentales” sobre las que se modeló “la imagen del hombre, la sociedad y la historia” de la burguesía europea, por el otro.20

“La conciencia histórica en el siglo XVIII” es, sin duda, un texto liminar en el campo de la filosofía de la historia en la Argentina. Pero no lo es sólo por su temática, sino también por su enfoque teórico- metodológico: un estudio de historia conceptual sobre la comprensión del tiempo en un sentido histórico, que reconstruye la génesis y el desarrollo del concepto mismo de historia en la modernidad a la luz de la representación del tiempo, el proceso de secularización y la interpretación de la cultura como producto del hacer humano.

A lo largo de estas páginas, Guerrero analiza el ideal de progreso de la filosofía iluminista y el retorno a los valores de la tradición en el historicismo romántico, examinando diversos escritos de Montesquieu, Voltaire, Diderot, Rousseau y Hegel, entre otros autores. Sus referencias principales son los estudios de Benno von Wiese, Bernhard Groethuysen, Hans Freyer y Antonello Gerbi sobre el pensamiento social y político europeo del siglo XVIII, cuyos argumentos expone y comenta; especial atención merece la discusión, en un pasaje clave del escrito, de la antinomia entre “conciencia histórica” y “conciencia revolucionaria” que Rodolfo Mondolfo desarrolló por primera vez en el Colegio Libre de Estudios Superiores hacia inicios de 1939, meses después de su llegada a la Argentina, en un curso titulado “La teoría del conocimiento en la historia de la filosofía”.21

Para el establecimiento de “La conciencia histórica en el siglo XVIII” nos hemos atenido a la versión publicada en Cursos y Conferencias. Hemos normalizado la puntuación, corregido erratas, modernizado algunas grafías, completado las referencias bibliográficas y añadido notas que explicitan fuentes o remiten a apuntes y otros escritos del autor. Todos los agregados, al igual que las traducciones al español de textos citados por Guerrero en su lengua original, se indican entre corchetes; el mismo criterio se ha aplicado para el programa de Ética que se reproduce como apéndice.

Parte de las obras y revistas que hemos consultado para nuestro trabajo de edición son patrimonio del Centro de Investigaciones Filosóficas, donde se conserva el archivo personal de Guerrero. Otros materiales pertenecen a la Biblioteca Central “Prof. Augusto Raúl Cortazar” de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires, la Biblioteca del Colegio Nacional de Buenos Aires, la Biblioteca Central de la Universidad Nacional de San Martín, la Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid y la Biblioteca Nacional de Francia.

La fotografía que acompaña esta edición procede del acervo documental del Archivo General de la Nación y corresponde al curso “Problemática del trabajo en la Filosofía Moderna”, que Guerrero impartió en el Colegio Libre de Estudios Superiores en 1936. Fue reproducida en la revista Foro y Notariado de la ciudad de Bahía Blanca, ilustrando una nota que informaba del fallecimiento de Guerrero el 7 de febrero de 1957.22

1 Luis Juan Guerrero, “Ética”, en Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Programas de los cursos, Buenos Aires, Imprenta de la Universidad, 1936 y 1938-1945, pp. 49-54, 47-48, 47-48, 43-46, 38-39, pp. 42-43, 43-45, pp. 42-45 y pp. 46-48.

2 Luis Juan Guerrero, “Tres temas de filosofía argentina en las entrañas del ‘Facundo’”, en Centenario del “Facundo”. Homenaje de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, La Plata, Universidad Nacional de La Plata, 1945, pp. 15-48; reed. Tres temas de filosofía argentina en las entrañas del Facundo, Buenos Aires, Imprenta López, 1945.

3 Véase Luis Juan Guerrero, Die Entstehung einer allgemeinen Wertlehre in der Philosophie der Gegenwart, Abhandlung zur Erlangung der Doktorwürde der philosophischen Fakultät der Universität Zürich vorgelegt von Luis Juan Guerrero/Argentinien. Angenommen auf Antrag von Herrn Dr. Willy Freytag, Marburg Lahn, R. Friedrich’s Universitäts-Buchdrucherei, 1927. Sobre la estancia de Guerrero en Europa y sus primeros años en la Argentina, remitimos a nuestro trabajo “Luis Juan Guerrero, el filósofo ignorado”, en Luis Juan Guerrero, Estética operatoria en sus tres direcciones, tomo 1: Revelación y acogimiento de la obra de arte. Estética de las manifestaciones artísticas, estudio preliminar, apéndice bibliográfico y edición al cuidado de Ricardo Ibarlucía, Buenos Aires, Biblioteca Nacional, Universidad Nacional de San Martín, Las Cuarenta, 2008, pp. 18-31, así como nuestra introducción a Qué es la belleza y otros ensayos, estudio preliminar y edición de Ricardo Ibarlucía, Buenos Aires, Biblos, col. Pasajes/Serie Mayor, 2017, pp. 9-32.

4 Véase Ricardo Ibarlucía, “Luis Juan Guerrero en la Facultad de Paraná: renovación filosófica y pedagogía moderna (1929-1930)”, Tópicos. Revista de Filosofía de Santa Fe, Nº 35, julio de 2018, pp. 36-68.

5 Francisco Romero, Ideas y figuras, Buenos Aires, Editorial Losada, 1949, p. 41.

6 Colegio Libre de Estudios Superiores, Quince años de labor, 1930-1945, Buenos Aires, Talleres Gráficos de E. Bustos, 1946, pp. 2-5.

7 Ibid., p. 3.

8 Ibid., p. 46.

9 Ibid.

10 Luis Juan Guerrero, “Ética”, en Universidad de Buenos Aires, Programa de los cursos, op. cit., 1935, pp. 136-138: Galvano della Volpe, Hegel romantico e mistico: 1793-1800, Florencia, Le Monnier, 1929; Jean Wahl, La malheur de la conscience dans la philosophie de Hegel, París, Reieder, 1929; Herbert Marcuse, Hegels Ontologie und die Grundlegung einer Theorie der Geschichtlichkeit, Fráncfort del Meno, Felix Meiner, 1932; Julius Loewenstein, Hegels Staatsidee (= Philosophische Forschungen, Nº 4, Berlín, Springer, 1927). El texto de Marcuse se incluía ya en la bibliografía de su curso sobre la “Ética de Hegel”, impartido el año anterior como profesor suplente de la materia. Véase Luis Juan Guerrero, “Ética”, en Universidad de Buenos Aires, Programas de los cursos, op. cit., 1934, p. 141.

11 Luis Juan Guerrero, “Ética”, en Universidad de Buenos Aires, Programas de los cursos, op. cit., 1936, pp. 49-54.

12 Ibid., pp. 49-51. Junto a las obras de los filósofos alemanes mencionados que se encontraban traducidas al español o al francés, la bibliografía incluía textos de un número considerable de autores de diversas lenguas, entre ellos Ernesto Grassi, Emmanuel Lévinas, Jean Wahl, Gabriel Marcel, Emmanuel Mounier, Johan Huizinga,Hilde D. Oakeley, Manuel García Morente, José Ortega y Gasset, Francisco Rivera Pastor, Francisco Romero y Carlos Astrada.

13 Ibid.

14 Felix Krüger, “Die Arbeit des Menschen als philosophisches Problem” y Bernhard Groethuysen, “Die Idee der Arbeit in der bürgerlichen Welt und Lebensanschauung”,Blätter für Deutsche Philosophie. Zeitschrift der Deutschen Philosophischen Gesellschaft, vol. 2, Nº 3, 1929-1930, pp. 159-193 y 216-220; Herbert Marcuse, “Über die philosophischen Grundlagen des wirtschaftswissenschaftlichen Arbeitsbegriffs”, Archiv für Sozialwissenschaft und Sozialpolitik, vol. 69, Nº 3, 1933, pp. 257-292 y “Beiträge zur Phänomenologie des Historischen Materialismus”, Philosophische Hefte, Nº 1: Sonderheft über Heidegger, Sein und Zeit, Berlín, Verlag der Philosophischen Hefte, julio de 1928, pp. 45-68. Dentro de su ejemplar de esta última revista, Guerrero guardó las páginas sueltas de la conferencia de Carlos Astrada, “Heidegger y Marx. La historia como posibilidad fundamental de la existencia” (Cursos y conferencias, Año 2, vol. 4, Nº 10, octubre de 1933, pp. 1053-1060).

15 Colegio Libre de Estudios Superiores, Quince años de labor, op. cit., p. 46 y Cursos y Conferencias, Año 8, vol. XV, N°1-2, Buenos Aires, abril-mayo de 1939, p. 196.

16 Luis Juan Guerrero, “Ética”, en Universidad de Buenos Aires, Programas de los cursos, op. cit., 1939, p. 47 (aquí p. 148). Ángel Vasallo (San Tammaro, Italia, 1902- Buenos Aires, 1978) había egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires en 1927. Acababa de doctorarse con una tesis sobre “El valor de lo histórico-social en Henri Bergson” y era autor de dos libros: Nuevos prolegómenos a la metafísica (1938) y Elogio de la vigilia (1939). Se había iniciado en la docencia universitaria en la Facultad de Ciencias Educacionales de la Universidad Nacional del Litoral durante la gestión de Guerrero como Delegado Interventor. Sobre su pensamiento y su trayectoria intelectual, véase Marcelo Velarde Cañazares, “El itinerario de Ángel Vasallo. Estudio introductorio”, en Ángel Vasallo, Obra reunida, 3 tomos, posfacio de Rodolfo Gómez, Buenos Aires, Las Cuarenta, 2012, t. 1, pp. 25-42.

17 Luis Reissig, “Prefacio”, en Cursos y Conferencias, 2 tomos: La Revolución francesa I, Año 9, vol. XVI, N° 2-3, Buenos Aires, Colegio Libre de Estudios Superiores, mayo- junio de 1940; La Revolución francesa II, N°4-5, julio-agosto de 1940, t. 1, p. 1265.

18 Luis Juan Guerrero, “La conciencia histórica en el siglo XVIII”, Cursos y Conferencias: La Revolución francesa I, op. cit., pp. 1267-1303. Para un comentariodel texto, véase Ricardo Ibarlucía, “La filosofía de la Revolución Francesa en un curso de Luis Juan Guerrero de 1939”, Tópicos. Revista de Filosofía de Santa Fe, Nº 27, junio de 2014, pp. 1-22.

19 Ibid., p. 1267 (aquí p. 147)

20Ibid., p. 1268 (aquí p. 111)

21 Colegio Libre de Estudios Superiores, Quince años de labor, op. cit., p. 55

22 Archivo General de la Nación, Departamento de Documentos Fotográficos, Nº 107324.